Agricultura regenerativa, una nueva alternativa para mantener el suelo sano

Las técnicas de cultivo tradicional se han basado en la eliminación de aquellas plantas o hierbas que, en teoría, impiden el desarrollo de las cosechas. Con este método la mayoría de los suelos pierden nutrientes y están muy expuestos a la erosión de la capa fértil del terreno. Hasta ahora esto se resolvía mediante el abonado orgánico o químico. Todo ello puede acabar con la fertilidad del terreno. A la vista de esto, la agricultura regenerativa busca revitalizar el suelo, aumentando su biodiversidad para mantener los nutrientes esenciales y evitar la degradación física del terreno.

La regeneración del terreno

La agricultura regenerativa busca restaurar y conservar la capa fértil deteriorada por el exceso de cultivo y uso de técnicas agresivas para el suelo. Para ello, se busca el aumento de la biodiversidad en el suelo mediante un aprovechamiento adecuado del ciclo del agua, evitando usos innecesarios. A su vez, esto permite incrementar los servicios del ecosistema (abastecimiento, regulación, apoyo y servicios culturales). A esto se le debe sumar el uso de abonos orgánicos y compost.

La lista de métodos agrarios para regenerar el suelo pasa por:

• No roturar el suelo, pues esto rompe y erosiona la superficie fértil como se ha indicado.
• No eliminar la capa vegetal que sostiene el terreno y así no permitir su erosión, para ello se debe permitir el incremento y diversidad de plantas alrededor de los cultivos.

Esto se puede ver apoyado con el uso de agricultura y ganadería de pasto para abonar la superficie agraria que, posteriormente, tendrá pasto para el ganado. Una retroalimentación constante entre pastoreo y agricultura.

Por otra parte, es necesario evitar el uso intensivo de maquinaria agraria de grandes dimensiones. Junto a ello se debe eliminar abonos químicos y pesticidas sintéticos que deterioran y contaminan el suelo, lo que lleva a no depender de las agroquímicas en lo posible.

Sin duda habrá quien piense en estas soluciones como una “vuelta al pasado”, cuando en realidad, numerosos estudios han demostrado que el aumento de biodiversidad en los campos agrícolas permite un enriquecimiento del suelo. Sumémosle, además, que la agricultura regenerativa supone un ahorro en fertilizantes artificiales, sistemas de regadío poco eficientes, una excelente simbiosis ganadería-agricultura y la posibilidad de abrir varios mercados con diferentes productos.

¿Por qué regenerar?

La regeneración de suelos es una tarea primordial.

A día de hoy, más de tres cuartas partes del planeta tierra están degradadas, una proporción que podría aumentar en 2050 al 90%.

La deforestación de los bosques se ha llevado por delante superficies arbóreas enormes, 43 millones de hectáreas en 2021.

Además, se calcula que un 30% de la superficie planetaria es “suelo muerto”.

Las causas de todo esto radican en la sobreexplotación de recursos tanto del suelo como del subsuelo, el consumo desmesurado de madera para diversos fines, la deforestación para aumentar el espacio de determinados cultivos, la degradación del aire y el cambio climático.

Ante este panorama, es primordial el uso de métodos de regeneración del suelo para aumentar la superficie fértil. Se debe revertir la acción humana sobre el suelo para que no continúe el descenso de espacio apto para actividades agroganaderas y el deterioro general de la superficie cultivable y fértil. La eliminación de bosques y selvas supone una mayor exposición a los rayos solares y la pérdida de calor durante la noche. El choque de temperaturas puede ser mortal para muchas especies, incluido el ser humano.

Por otra parte, la penetración en las selvas tropicales ha hecho que en el último siglo hayan aparecido fenómenos como la COVID-19, es decir, mutaciones de virus que en principio serían inocuos para las personas.

Regenerar los suelos

La regeneración consiste en devolverle, en la medida de lo posible, la capacidad productiva a un terreno que haya sufrido sobreexplotación, deforestación o erosión del suelo y, por tanto, la pérdida de capacidad agraria o ganadera.

Se puede regenerar un suelo mediante la incorporación de materias orgánicas y sólidas que se pueden obtener de entre los residuos sólidos orgánicos urbanos. Antes de ser aplicados, estos residuos deben pasar por un proceso de compostaje para eliminar sustancias contaminantes.

Al final, se busca su rendimiento a largo plazo mediante reacciones químicas que permitan tanto el desarrollo de cultivos como retención de agua en el subsuelo.

El suministro de microrrizas, la asociación simbiótica entre hongos y raíces que se nutren recíprocamente permite la aparición de actividad biológica donde antes no había o era muy escasa.

Desde Alltech, la acción Planet of Plenty revisa los valores de producción de las explotaciones y mide la huella de carbono que emiten. La introducción de los parámetros de Planet of Plenty permite reducir el uso de fertilizantes y productos carentes de valor para la producción. Esto permite el ahorro de costes en insumos.

Realizar las mediciones y reducir costes permite un aumento en la productividad agroganadera. También se reduce el consumo de energía mediante la eficiencia energética.

A su vez, todo ello permitirá el acceso a eco-esquemas de la PAC gracias a mantener su explotación en buenas condiciones agrarias y medioambientales. El proceso es simple y sus costes son asequibles para PYMES.

Por otra parte, se contribuye a la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones de GEI.

Por último, se abren espacios para nuevos mercados y oportunidades de negocio.

Aunque aquí se han aportado algunas soluciones para regenerar suelos agrarios, no debemos olvidar que el cuidado del suelo es el primer paso para evitar su degradación. Permitir la biodiversidad alrededor de los cultivos, uso de técnicas poco o nada agresivas con el terreno, evitar en la medida de lo posible la eliminación de bosques y terrenos naturales, son medidas que al final resultarán en un beneficio a medio y largo plazo para agricultores y ganaderos.

La calidad del producto no decrecerá, el público consumidor notará la mejora y esto acabará en beneficios para los productores.

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