Estrés calórico
¿Cómo el estrés calórico afecta a los animales?
Los cerdos son más sensibles a las altas temperaturas que otros animales de producción y pueden verse afectados fácilmente por el calor. El estrés térmico puede darse en cerdas, verracos y cerdos en finalización a temperaturas tan bajas como los 21 °C. Los cerdos carecen de glándulas sudoríparas funcionales, por lo que no tienen una forma eficiente para mantenerse ellos mismos frescos. Estos animales también tienen pulmones relativamente pequeños para el tamaño de su cuerpo, lo que les dificulta eliminar el exceso de calor interno a través de la respiración.
El estrés calórico puede afectar muy negativamente el desempeño animal –especialmente en los machos y hembras reproductores, y en los cerdos en finalización–. Las amplias fluctuaciones de temperatura suelen provocar mucho estrés; lo que conlleva a problemas en la salud, una menor productividad y pérdidas económicas. Los cerdos muestran el estrés calórico de muchas formas y su impacto puede verse tanto a corto como a largo plazo.
¿Cómo prevenir el estrés calórico en los cerdos?
- Control de la temperatura: Esto es muy importante realizarlo a principios y finales del verano, ya que las fuertes variaciones de temperatura entre el día y la noche pueden aumentar el estrés. Por ello, evite los cambios de temperatura de más de unos pocos grados. Es importante vigilar los controladores de temperatura, y utilizar sensores y sondas para medirla, y asegurar que todos los sistemas funcionen según lo previsto; especialmente durante los períodos más calurosos.
- Mejorar la ventilación y garantizar un espacio adecuado: Debido a que los cerdos pueden generar una gran cantidad de calor, enfóquese en las prácticas que generen menos calor. Asegúrese de que cada cerdo tenga suficiente espacio y ventilación. Mantenga el movimiento de los cerdos a un mínimo y no los perturbe durante los períodos de altas temperaturas. Revise siempre los ventiladores, las entradas de aire y los techos para comprobar que están limpios y funcionando correctamente. Los ventiladores, rodamientos o conexiones desgastados pueden tener consecuencias graves.
- Utilizar aspersores, paneles evaporativos y ventiladores: Incluso si tiene un equipo de refrigeración, compruebe de que esté configurado y funcionando correctamente.
- Alimentar durante las horas más frescas: Programe que la alimentación coincida con las horas menos calurosas del día (como muy temprano por la mañana o tarde en las noches).
- Cuidar la calidad y el acceso al agua: Es muy importante asegurar que los cerdos tengan un acceso ilimitado a agua potable fresca y fría, ya que sus niveles de consumo también pueden tener un gran impacto sobre la ingesta de alimento. Examinar la presión y tomar muestras de agua donde comienza y finaliza las tuberías puede ayudar a confirmar si el agua es de la mejor calidad posible.
- Vigilar a los cerdos: Incluso si cree que no hace mucho calor, los cerdos pueden verse afectados por el calor extra que ellos mismos producen. Por lo que esté atento a señales que puedan advertir que sus animales se están sobrecalentando: como una respiración más rápida; cambios en los niveles de consumo de alimento y agua; una menor actividad; y si permanecen echados en el suelo (a menudo separados de los demás).
- Mover y transportar a los cerdos temprano: Manténgalos en grupos y deje que los animales vayan a su ritmo. Esté un rato con ellos antes de trasladarlos para mitigar así el estrés. Durante las horas del día cuando hace más calor no los mueva ni los moleste.
- Formular dietas con tecnologías que apoyen en los períodos de estrés: Muchas investigaciones han demostrado que ofrecer a los cerdos un producto que incluya ácidos orgánicos, electrolitos, enzimas y probióticos; puede apoyar a los animales jóvenes en los períodos de estrés. Los ácidos orgánicos promueven un aumento de probióticos en el intestino y las enzimas pueden favorecer el consumo y la digestibilidad.