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Mantener el ganado de carne en actividad y el carbono en el suelo

Mantener el ganado de carne en actividad y el carbono en el suelo

Autor: Liam Doyle

El proverbio latino “Audentes fortuna Iuvat” significa “La fortuna favorece a los audaces”, y hace referencia a la ancestral diosa romana Fortuna. Esta frase ha adornado escudos de armas y emblemas de familias, clubes y empresas a lo largo de la historia; para abogar por las virtudes del valor y las recompensas que pueden provenir de él.

Si bien este proverbio no es el lema oficial de Andrea Stroeve-Sawa y de su negocio familiar (Shipwheel Cattle Feeders Ltd.). La historia de esta empresa agropecuaria plasma el mismo mensaje desde sus modestos –aunque extraordinarios comienzos–; hasta sus logros innovadores actuales.

«Mi bisabuelo, Albert Green, comenzó a trabajar como ganadero en 1893 a la edad de 17 años», cuenta Andrea los inicios de la empresa de su familia en la ciudad de Taber, ubicada en la provincia de Alberta, Canadá (situada a 2 horas de la frontera con los Estados Unidos). «Fue el mayor de 3 hermanos y creció en una época de sequía, pobreza y hambruna generalizadas en Suecia. Cuenta la historia que una noche escuchó a sus padres decir que tenían que poner a alguien a trabajar, ya que no podían dar de comer a todos los que ahí vivían».

«Así que, en medio de la noche, Albert bajó solo al muelle y abordó un barco. Llegó a los Estados Unidos en busca de un destino mejor para comenzar su propia explotación ganadera y tener una vida diferente para enviar dinero a su familia», continúa Andrea. «Arribó a Michigan y luego se abrió camino hasta llegar a la localidad de Skiff en Alberta».

Casi 130 años después, la osadía de Albert Green continúa recogiendo frutos. Shipwheel cubre una superficie de aproximadamente 900 acres de pastizales que comprende: un programa de pastoreo para crías que promedian el año de edad, (5 500 cabezas de ganado bovino en feedlot, abejas polinizadoras, pollos criados en pasturas, un sistema de siembra directa (el huerto del “caos”), una plantación de frutales y la producción de compost obtenido a partir de residuos agrícolas. Andrea es la cuarta generación de la familia que maneja esta operación y lo lleva a cabo con el mismo espíritu que su bisabuelo Albert: buscando nuevas oportunidades en el horizonte.

En Shipwheel el concepto de huerto del “caos” es definido como «el área donde primero se ponen las semillas en una bolsa, luego se esparcen germinadas sobre el terreno removido y, finalmente, uno espera para ver qué sucede. Algunas echan raíces y crecen; siempre y cuando se trabaje con tierra que esté un poco suelta y se deje la superficie limpia. Nosotros decidimos emplear el ganado para “remover” esta tierra, en vez de adoptar algún sistema de labranza mecanizada; ya que con ello definitivamente destruiríamos el hábitat de los millones de microorganismos que viven en el suelo».

«Siento un gran compromiso no solo con la forma en la que estamos trabajando actualmente. Sino que creo que podemos superarnos y hacer más», comenta Andrea. «Aspirar a más. Ser mejores».

El pastoreo en diferentes parcelas impulsa la productividad

Cuando Andrea dice que siente que “pueden aspirar a más”, no solo se refiere a la rentabilidad. La sostenibilidad y el cuidado de la tierra son aspectos importantes del modus operandi de Shipwheel. Y ella le atribuye a su padre, Blake, el implementar esta cultura.

A principios de la década de 1980, Blake (con la bebé Andrea en brazos) asistió a una conferencia sobre el manejo holístico en ganaderías, ofrecida por el ecologista zimbabuense Allan Savory. A pesar de la poca asistencia de público, se abordaron temas que eran considerados radicales en ese momento, pero que llamaron la atención de Blake.

«Todo lo que se explicaba tenía un sentido completo para mi papá, y era diferente a lo que había hecho en el campo hasta ese momento», señala Andrea. «Pero tenía lógica: trabajar con el ecosistema para permitir que las plantas descansen y realicen la fotosíntesis. No sabíamos tanto entonces –como ahora– sobre lo que sucede debajo del suelo en cuanto a los microorganismos, el almacenamiento de carbono, los hongos micorrízicos, la glomalina y tantos otros temas. Pero conocíamos la fotosíntesis, los ecosistemas, el ciclo hidrológico o los ciclos de los minerales. Por lo que todo tenía sentido».

Blake empezó a trabajar inmediatamente para convertir su explotación de ganado bovino en pastoreo (ya consolidada desde hacía mucho tiempo); en 65 parcelas diferentes y 3 células de pastoreo separadas. Si bien esta iniciativa puede haber sido vista como rara –o incluso descabellada– por los otros productores. Para los descendientes de Albert Green, decisiones como esa fueron las que impulsaron el éxito del negocio familiar.

Después de adoptar prácticas de manejo holístico agropecuario (o lo que Andrea llama “pastoreo adaptivo multi-parcelas”), los resultados pronto fueron evidentes. Las mejoras en los aspectos físicos del suelo, en el ciclo hidrológico y en los ciclos de los minerales; le demostraron a la familia que eran cada vez más productivos y que definitivamente estaban por encima del promedio. Estos cambios también trajeron más fauna silvestre y forrajes al terreno. Pero no fue hasta muchos años después –cuando Andrea tomó las riendas de la operación– que la familia constató cuánto estas medidas osadas habían impulsado su negocio.

Desempolvando y leyendo detenidamente documentos y fotografías descoloridas y amarillentas de animales en pastoreo (que se remontan a 1982), Andrea calculó la carga animal de su explotación. Esto le mostró que habían pasado de una carga animal inicial de 2.36 cabezas por acre a alcanzar ese año una carga animal de alrededor 110 cabezas por acre. Desde donde comenzaron, esto supuso un aumento de la producción de un asombroso 3 862%.

«Tuve que hacer los cálculos 4 veces para convencerme», confiesa Andrea. «Ya que cuando volví a revisar la tasa de carga ecológica sugerida para una carga animal que mantenga el ecosistema (de acuerdo con el tipo de suelo de nuestra comunidad), me di cuenta que habíamos estado teniendo una carga animal 6 veces mayor a la recomendada».

Evidentemente, desde una perspectiva más amplia, existen mayores beneficios con el pastoreo adaptivo multi-parcelas. Mover el ganado entre diferentes parcelas permite que la vegetación crezca y, lo más importante, realice la fotosíntesis. Las plantas utilizan la energía solar para convertir el CO₂ y el agua en carbohidratos. La mayoría de los carbohidratos que producen estas plantas sirven para su desarrollo. Pero también liberan exudados en el suelo que favorecen la acumulación de carbono y la creación de un microbioma saludable en la tierra.

Incluso con el ganado pastando en un día cualquiera, Andrea señala que el 30% de las plantas pueden realizar la fotosíntesis. Esto significa que, junto con un aumento importante en la producción, Shipwheel también ha logrado integrar en su explotación ganadera procesos naturales para el secuestro del carbono; reduciendo con ello las emisiones de gases de efecto invernadero.

De los desechos de los feedlots a los fertilizantes: Producción de un compost rico en nutrientes

Otro proceso respetuoso con el medio ambiente, establecido por Blake, fue el reciclaje de los residuos de los feedlot de Shipwheel; para obtener un compost rico en nutrientes. Esta idea igualmente surgió luego de asistir a un curso. Después de este, Blake inmediatamente integró un sistema para utilizar las 20 000 toneladas métricas de materia orgánica –estiércol y cama– de su sistema de feedlot.

Andrea señala que la explotación produce un promedio de entre 10 000 y 15 000 toneladas métricas de compost a través de este proceso. La mitad se utiliza en el suelo de Shipwheel como abono orgánico, mientras que la otra mitad se vende a los productores agropecuarios locales; quienes están más que satisfechos de usarlo en sus propias tierras.

«Vemos el compost como una herramienta que tiene un impacto positivo sobre muchas hectáreas de suelo», dice Andrea. «Y en los últimos años, hemos visto que su demanda ha aumentado a tal punto; que incluso no podemos cubrir nuestro propio suministro».

Con el prestigio de sus productos compostables, el equipo de Shipwheel no solo ha encontrado otra forma exitosa para obtener ganancias a través de la sostenibilidad. Sino también ha demostrado a otros productores las ventajas de adoptar prácticas sostenibles. En 4 generaciones, el negocio ha crecido a partir de una persona; quien de manera determinada tomó una oportunidad para hacer crecer su empresa, la cual ahora está demostrando a los demás cómo las decisiones audaces pueden generar cambios positivos.

Al ver cómo ha crecido Shipwheel y hasta dónde puede llegar, Andrea está convencida de que su bisabuelo Albert Green miraría con alegría su legado.

«Él tenía el sueño de ser ganadero, pero no sabía el éxito que iba a tener. Y no se imaginaba a dónde iba a llegar su cuarta generación», Andrea lo siente.

«No sé cómo será la octava generación. Pero sí creo que mi bisabuelo estaría muy orgulloso de lo que comenzó».

Los programas de Shipwheel

El solo nombre Shipwheel Cattle Feeders Ltd. da una idea del alcance de toda la explotación. A lo largo de 4 generaciones, el negocio ha estado implementado y desarrollando numerosos proyectos innovadores. Echando un vistazo general a Shipwheel, vemos que entre sus programas se incluyen:

Lo que distingue al equipo de Shipwheel es su dedicación constante a su objetivo de un manejo holístico; que busca la mejora continua de los recursos de la tierra, los animales y las personas. Conozcamos más de cerca algunas de las actividades innovadoras de esta explotación:

  1. Manejo de animales bajo estrés (especialmente durante la etapa de recepción)

En 2014, un cliente le solicitó a Shipwheel una alimentación sin la inclusión de hormonas ni antibióticos. Aprovecharon esta oportunidad para aplicar los conocimientos, la especialización y los principios de manejo del ganado enseñados por el ganadero Bud Williams. Nombrada en 2011 por Beef Producer como una de las Diez Principales Innovaciones en el sector de la producción de bovinos de carne, el revolucionario manejo de Bud integra un alimento de primera calidad y el interés por el trato individual a los animales; lo que se alineó con los requerimientos de este cliente.

Estos principios destacan la importancia de enfocarse en el bienestar emocional animal, señalando su relación directa con el desempeño. En Shipwheel conocían el manejo del ganado que Bud había enseñado y lo aplicaron para reforzar el sistema inmune deprimido y mantener sanos a los animales.

«El bovino es un animal de manada cuya naturaleza es moverse en grupo», explica Andrea. «Por lo que nuestro trabajo como encargados u operarios de rebaños es ganarnos su confianza a través de nuestra postura, posición, distancia y ángulos durante el manejo. Cuando el ganado ya nos conoce, entonces podemos llevarlo a pasear».

«Una adecuada actividad física del ganado libera su estrés, lo que disminuye la respuesta del cortisol. Esto refuerza el sistema inmune deprimido y rompe el ciclo perjudicial del estrés», continúa Andrea. «Así como los humanos podemos reducir la tensión gracias a los ejercicios –por ejemplo, caminando–, se puede también mitigar el estrés de los animales a través de correctos movimientos. Pero ellos solo pueden hacer esto en manada y no de forma individual».

Entre 2017 y 2018, Shipwheel alimentó a más de 3 500 cabezas de ganado bovino en su explotación. El peso promedio de las vaquillas y los novillos fue de 205 y 230 kilos, respectivamente. A los animales no se les administró antibióticos a su llegada, ni recibieron ionóforos o implantes. Solo con el 4.74% de las vaquillas y el 6.06% de los novillos se usó antibióticos cuando estos pesaron 386 kilos.

Cada miembro del equipo de Shipwheel debe conocer los principios de manejo del ganado de Bud y aplicarlos permanentemente. Otro referente importante en la investigación sobre la crianza de animales es Temple Grandin, profesora de la Universidad Estatal de Colorado. Si bien Bud y Temple difieren en sus enfoques y prácticas; al final ambos tienen el mismo objetivo: trabajar con las tendencias naturales para reducir el estrés y mejorar el bienestar animal a través del manejo.

Las investigaciones de Temple han cambiado la forma en que se lleva a cabo el manejo del ganado en toda América del Norte; y ha proporcionado la evidencia científica que respalda lo que Bud observó en los corrales: que el manejo del ganado bajo estrés tiene sentido.

Lecturas y recursos adicionales:

  1. Compostaje

Hace 15 años, el padre de Andrea asistió a una clase de compostaje. Regresó a casa y comenzó a elaborar compost a partir de 20 000 toneladas métricas de estiércol y de las camas de los corrales de engorda; para producir con ello un producto a base de los desechos reciclados del feedlot.

Shipwheel implementa un sistema de compostaje de tipo en hilera, a través del cual una mezcla de materias primas se coloca en pilas alargadas y angostas (aireadas). Los encargados vigilan y controlan la temperatura de estas pilas, y cuando esta alcanza valores de 65 a 71 grados Celsius, remueven esta mezcla con una máquina volteadora de compost. Este proceso ayuda a airear los materiales utilizados para el compostaje. El producto final es un abono natural rico en nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y azufre. Este compost ayuda a mejorar la salud biológica del suelo y también a disminuir la necesidad de fertilizantes sintéticos. En una cucharadita de compost habitan 1 000 millones de microorganismos (como bacterias, actinomicetos, hongos, protozoos y nematodos), los cuales son invaluables para fortalecer la salud de los suelos y las plantas.

En la localidad de Taber, ubicada en la provincia de Alberta, en Canadá, Shipwheel está rodeada por tierras irrigadas de alto valor que son utilizadas para cultivar maíz, cebollas, papas, calabazas o canola (colza). Debido a su cercanía, Shipwheel puede vender sus subproductos de alta calidad a los productores locales.

«Todos los años, en primavera, limpiamos nuestros corrales y ponemos el estiércol, las camas y cualquier otro residuo verde en pilas aireadas en nuestra cama de compostaje; que está acreditada por el National Resource Conservation Board», explica Andrea. «En promedio, juntamos alrededor de 10 000 toneladas métricas de mezcla húmeda que las transformamos en aproximadamente 5 000 toneladas métricas de mezcla seca, la cual vendemos».

«También vendemos pequeñas cantidades de compost a los miembros de nuestra localidad, como parte de un programa de servicio comunitario», continúa Andrea. «Nos gusta la idea de que 2 vecinos comparen sus huertos y digan: “¡Mira, el compost de Shipwheel me ayudó a tener tomates grandes y buenos!”. Se consigue en la comunidad una buena percepción de Shipwheel y de la agricultura regenerativa».

En Shipwheel también se realiza un proceso de elaboración de vermicompost. Este sistema de compostaje utiliza cubos que albergan aproximadamente 16 000 lombrices rojas y reptadores nocturnos europeos. Estos descomponen todos los días los residuos domésticos, convirtiéndolos en vermicompost. Este aditivo para el suelo –rico en minerales– proporciona muchos microrganismos beneficiosos. Shipwheel vende sus productos de vermicompost, así como los gusanos para que otros lleven a cabo su propio compostaje.

Lecturas y recursos adicionales:

  1. Secuestro de carbono

Andrea es una ferviente promotora del almacenamiento del carbono en el suelo, y Shipwheel ha participado en estudios de tecnologías que cuantifican precisamente ello. Estos proyectos han permitido que Andrea trabaje con la microbióloga de suelos Dra. Kris Nichols (líder del movimiento que busca regenerar suelos para lograr cultivos, alimentos, personas y un planeta más saludables). Andrea también ha colaborado con Kim Cornish, directora de Food Water Wellness Foundation, una organización que trabaja con agricultores, productores pecuarios e investigadores para comprender de qué manera se puede utilizar el suelo para mitigar el cambio climático, las sequías y las inundaciones; así como aumentar la biodiversidad y –lo más importante– producir alimentos seguros. 

«Estoy muy agradecida con las doctoras Kris Nichols y Kim Cornish», subraya Andrea. «Estas 2 mujeres líderes excepcionales me han ayudado a aprender más a cerca de la salud de los suelos, los hongos micorrízicos, la glomalina y el papel importante que tienen ellos en el almacenamiento del carbono y la formación de agregados del suelo».

El equipo de Shipwheel espera que al trabajar con instituciones que desarrollan sistemas de cuantificación del carbono, puedan poner un precio al que han secuestrado. Al mantener los pastizales, conservar el carbono en el suelo y darle un valor a este, Shipwheel potencialmente podrá aumentar sus ingresos por hectárea al proporcionar cultivos de alta calidad (como las papas).

Los primeros datos de su participación en los estudios indican que Shipwheel ha almacenado un mínimo estimado de 230 toneladas métricas de CO₂ equivalente por hectárea. Y hasta 800 toneladas métricas de CO₂ equivalente por hectárea.

En la actualidad, el gobierno federal de Canadá se ha comprometido para 2030 a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a un 30% por debajo de los niveles de 2005.

«¿Y si los fabricantes de alimento balanceado, los productores de ganado de carne y la industria agropecuaria –en general– fueran la solución para este objetivo?», pregunta Andrea.

Shipwheel es una empresa agropecuaria única en su tipo, pero los principios que pone en práctica ya se están aplicando en todo el mundo. Acceda a los enlaces de abajo para conocer más sobre la agricultura regenerativa, el pastoreo adaptivo multi-parcelas y las historias de otros productores que han adoptado estas prácticas para crear un futuro mejor para nuestro planeta.

Lecturas y recursos adicionales:

 

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