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Explorando compromisos globales para reducir las emisiones de metano

Explorando compromisos globales para reducir las emisiones de metano

La doctora Jude Capper, presidenta de la AVP y profesora de Producción Sostenible de Vacuno de Carne y Ovino en la Universidad Harper Adams, además de consultora independiente. Actualmente, sus trabajos están relacionados con la producción sostenible. Sostiene además que es necesario continuar avanzando en este terreno, pues las actuales condiciones no se van a resolver a corto plazo, por lo menos.

Jude Capper aborda en su conferencia cuestiones relativas a la sostenibilidad en la producción de carne vacuna y cómo se pueden reducir las emisiones relacionadas con esta industria.

Capper no ve una solución directa en la reducción de cabezas de ganado. Hablar de sostenibilidad implica otros factores y, sobre todo, saber qué es la sostenibilidad.

Desde un punto de vista agroalimentario, la sostenibilidad se basa en:

  • Responsabilidad ambiental.
  • Viabilidad económica.
  • Aceptabilidad social.

El equilibrio entre los tres se consigue a largo plazo y basándonos en una interacción entre la buena salud animal, la de los ecosistemas y la humana.

Sin embargo, ahora mismo la prioridad son los gases de efecto invernadero, el cambio climático y el cero neto.

Se desarrollan diferentes iniciativas para reducir emisiones desde la agricultura. Esto se puede solucionar en parte con diálogo entre todos los sectores implicados en la cadena alimentaria y el cero neto.

La doctora Capper muestra en una diapositiva como varían radicalmente según qué parte del mundo, los sistemas alimentarios y agrarios. Basándonos en esto, se descubre que no hay promedios mundiales en cuanto a consumo de carne de vacuno o leche. Sí se puede observar el grado de alimentos importados. Sin embargo, en cuanto al consumo de carne vacuna, la mayoría procede de cada territorio nacional.

Por otra parte, Capper considera que no se están usando mediciones correctas para observar la huella de carbono que deja la producción cárnica de res.

Eso sí, cada país presenta variaciones con respecto a otro. Así, en E.E.U.U., entre 2007 y 2017, la reducción de emisiones de efecto invernadero con relación a la producción láctea, disminuyó un 19%.

Entre 1977 y 2007, la reducción de emisiones relacionadas con la producción de carne fue del 18%. Mejorar la eficiencia y reducir las emisiones, permite mejorar la producción. La cuestión está en que no se implementan parámetros o mediciones globales, aunque haya compromisos internacionales para hacerlo.

En una gráfica, Capper muestra como la huella de carbono varía según qué regiones. En Europa del Este y la Federación Rusa la huella es de 13 kg de carbono por 1 kg de carne de res. Mientras, en América Latina y Asia son 74 kg por 1 kg. El promedio mundial estaría en 47 kg por 1 kg de carne y este promedio es muy variable.

Se debe actuar, por tanto, de acuerdo con los parámetros de una zona concreta para alcanzar unos objetivos; pero al mismo tiempo, no se deben olvidar los sistemas de mercado, cultura y oportunidades de cada lugar.

La mejora en la eficiencia y la productividad da beneficio, pero la cuestión es cómo hacerlo. Se pueden marcar metas en cuanto a la cantidad de tiempo y cabezas de ganado, para tener tanta producción de carne o leche. Todo depende de cómo se haga.

Si buscamos reducir la huella de carbono, es posible que se necesite menos superficie agraria, menos agua y menos combustible, lo que reduce costes al agricultor y demás miembros de la cadena alimentaria. Pero estos métodos no son aceptados socialmente siempre. En tal caso, las mejoras a implementar en cuanto a productividad y eficiencia deberían tener su reflejo en el impacto ambiental.

El aumento en la longevidad del ganado permitirá mejoras genéticas a medio-largo plazo, redundando en el beneficio de la producción. Así, se podrían estudiar mejor los efectos de enfermedades y sus posibles curas, pues es un área poco explorada. Por último, mejorar la calidad del pasto para el ganado.

Todo esto será difícil de aplicar si no se consiguen indicadores de rendimiento para cada tipo de ganado y mejorar su eficiencia. Todos y cada uno de los sistemas productivos de vacuno tienen puntos mejorables para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. No se trata de sacar al ganado del pasto, sino de mejorar la producción.

Si se sacrifican terneros de 23 meses que pesen 40 kg al nacer y 670 kg al ser sacrificados, tenemos 702 días de alimentación y gastos. Pero si tenemos un animal de 26 meses en el momento del sacrificio, 40 kg al nacer y 670 kg al sacrificio, han pasado 793 días. El ahorro de 91 días reduce el gasto en alimentación, en pasto y gases de efecto invernadero.

Analizados los datos ofrecidos por la doctora Capper, se puede reducir la cabaña ganadera de carne en un 1%, y así, el enfriamiento del planeta sería factible.

Pero la cuestión es cómo se puede llegar a esta situación y para eso son necesarios avances importantes en cuanto a mejoras de la rentabilidad con menos recursos.

Finalmente, la doctora Capper hace un llamamiento para la creación de herramientas estándar para la medición de la huella de carbono.

Esto serviría para comparar las emisiones de una producción agraria intensiva con una granja extensiva de ganado. Porque de momento, las herramientas de medición no ofrecen datos realmente comparables y esto crea confusión en cuanto a la cantidad de carbono emitido a la atmósfera.

La unificación de sistemas de medición permitirá tener información fiable a lo largo de los años, tanto para productores como procesadores, minoristas y responsables políticos. Además, echaría por tierra la idea de deshacerse de las cabezas de ganado, pues con un control de mediciones se puede atajar el problema de las emisiones.

La falta de información sobre la cantidad de carbono que va a parar a la atmósfera no permite generar políticas medioambientales satisfactorias o por lo menos, dirigidas a la reducción de gases de efecto invernadero.

Por el contrario, una información uniforme permite todo lo contrario. Además, la mayor concienciación del público hará que en un futuro no solo se fijen en las cualidades de la carne, sino que también lo hará en la huella que ha dejado su producción.

¿Te gustaría saber más sobre la huella que ha dejado tu producción? Ponte en contacto con nuestros expertos de Planet of Plenty y te asesorarán.

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