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Cuatro factores clave que predisponen al estrés por calor en el ganado vacuno de carne.

A medida que transcurren los meses de verano, las señales de estrés por calor en el ganado vacuno de carne se convierten en una creciente preocupación para el sector. La incapacidad de disipar el calor produce estrés por calor en el ganado y puede derivar en un descenso de la tasa de crecimiento, de la salud, de la producción lechera en el caso de las madres, de la eficiencia reproductiva y de la supervivencia asociada al estrés por calor. Todo esto contribuye a pérdidas significativas para los productores. A pesar de que es difícil calcular con precisión el coste del estrés por calor para la industria ganadera, se han realizado varias estimaciones. En 2003, St-Pierre y cols. estimaron en hasta 2.400 millones de dólares las pérdidas relacionadas con el estrés por calor en todas las especies en Estados Unidos, con más de 350 millones de dólares asociados a la industria ganadera de carne.

Habitualmente, el ganado en los cebaderos es más vulnerable al estrés por calor que el ganado en los pastos. En los cebaderos, los costes por muertes asociadas al estrés por calor de los animales rondan los 5 dólares por cabeza (Mader, 2002). Desde que se realizaron esas estimaciones, las olas de calor se han vuelto más frecuentes. En 2006, una ola de calor produjo en California la muerte de 25.000 cabezas de ganado (Nienaber & Hahn, 2007), con un coste para la industria lechera de mil millones de dólares (CDFA, 2006). En junio de 2009, más de 2.000 cabezas de ganado murieron durante una oleada de calor en Nebraska.  Los ganaderos de Iowa informaron de la pérdida de más de 4.000 cabezas de ganado en una ola de calor en 2011.  Estos incidentes relacionados con el estrés por calor han continuado afectando al ganado.

Dado que los estudios de investigación se han centrado en los efectos del estrés por calor que van más allá de las medidas de producción, existe más evidencia de que, aunque no muestre signos de estrés por calor, el ganado puede estar afectado negativamente. Algunos costes ocultos del estrés por calor incluyen una mayor incidencia de acidosis ruminal, de cojeras y de carne de color oscuro al corte. Además de que quedan afectados desfavorablemente la tasa de concepción, la calidad seminal, el rendimiento de la producción lechera, la integridad de la barrera intestinal y la función del sistema inmunitario.

¿Cuáles son los factores que pueden conducir a que el ganado de carne padezca estrés por calor?

Aunque el ganado vacuno de carne es más resistente al estrés por calor que muchas otras especies, no por ello deja de sufrirlo. Incluso los animales expuestos a las mismas condiciones medioambientales y a las mismas prácticas ganaderas variarán notablemente en su capacidad de enfrentarse a las altas temperaturas ambientales.

1. Genética

  • Las razas procedentes del tronco Bos indicus poseen una mayor tolerancia al calor que las razas continentales. La elección de razas y del cruce de razas adaptadas al entorno, junto con la selección del mejor calendario reproductor que se adapte a las condiciones locales, pueden ayudar a mitigar muchos de los problemas del estrés por calor en los terneros.
  • El ganado de piel oscura es más vulnerable a los problemas relacionados con el calor. En un grupo de animales íntimamente relacionados entre sí y con diferentes colores de piel, los investigadores han encontrado una temperatura corporal superior en 16 grados centígrados en el ganado de piel oscura.
  • Se considera que la longitud del pelo es un rasgo hereditario moderado. El gen slick, encontrado en el ganado Senepol y en las razas de origen español, origina un pelo más corto y está estrechamente ligado a la tolerancia del ganado al calor.
  • Además de la longitud del pelo, el momento en el que los animales se desprenden de él es también un factor importante. El peso corporal ajustado a 205 días fue 10,93 kg más elevado en terneros de madres que perdieron su pelo en mayo, según estudios de investigadores de la Universidad del Estado de Mississippi y de la Universidad del Estado de Carolina del Norte.
  • Se ha demostrado que el ganado más calmado es más tolerante al calor que el ganado más nervioso.  Parece deberse a una menor respuesta al estrés causado por el manejo ganadero, lo que origina menor actividad metabólica y de producción de calor por parte del animal.

2. Salud

  • Debido a que no cuenta con una sudoración eficaz, el ganado recurre principalmente al enfriamiento por su respiración para regular su temperatura corporal. Esta es la razón por la que la salud del aparato respiratorio es crucial para enfrentarse a una alta temperatura. Los investigadores del Centro de investigación de ganado de carne (MARC, por sus siglas en inglés) muestran que los animales tratados por neumonía, en algún momento, entre el nacimiento y el sacrificio, tienen una frecuencia respiratoria 10,5% mayor cuando están bajo condiciones estresantes en el cebadero.
  • El ganado que padece estrés por calor es más vulnerable a las enfermedades, aunque también es cierto lo contrario. Los animales con una mala salud, al entrar en un periodo de altas temperaturas, quizás no tengan las reservas adecuadas energéticas para ajustar la actividad metabólica que facilite el enfriamiento del cuerpo.

3. Fase de producción

  • Generalmente, en un cebadero hace más calor que en los pastos debido al calor radiante proveniente del suelo de tierra y de hormigón, y a la ausencia de sombra y de agua, que suelen estar disponibles para los animales de pasto.
  • Los animales con más peso tienen un mayor riesgo. El desarrollo de una capa de grasa reduce la eficacia de los mecanismos de disipación de calor, al existir más calor de la digestión y del metabolismo retenido en el cuerpo. El ganado al final del engorde debe ser vigilado estrechamente para detectar estrés por calor, al igual que en las vacas que tienen una alta puntuación en la escala de condición corporal (ECC).
  • Los animales adultos pueden estresarse por calor a temperaturas tan bajas como los 26 º C cuando hay mucha humedad en el ambiente o poco movimiento de aire. Aunque sean más tolerantes al calor que los animales maduros, los terneros siguen siendo propensos a reducir la digestibilidad del alimento y la redistribución de la energía debido al estrés por calor, lo que origina un menor crecimiento y una menor respuesta inmunitaria.

4. Exposición anterior al calor

  • El ganado que ha sido expuesto previamente a temperaturas elevadas está más capacitado para tolerar eventos posteriores más calurosos. Los ganaderos de las regiones del sur deberán ser conscientes de que los animales originarios de las áreas más al norte serán más sensibles al estrés por calor.
  • El estrés por calor puede afectar negativamente a la función del sistema inmunitario, al crecimiento, a la producción lechera y a la resistencia metabólica del ganado, incluso después de haber pasado las altas temperaturas.

El medio ambiente del entorno puede desempeñar también un papel en la facilidad del ganado para enfrentarse al calor. Los animales no disipan el calor con la misma eficacia que otras especies cuando son altas las temperaturas. Acumulan una carga de calor durante el día y la disipan por la noche cuando baja la temperatura. Cuando tome decisiones relacionadas con prácticas ganaderas en climas calurosos, recuerde que la temperatura corporal del animal llega a su máximo dos horas después de que la temperatura ambiente llegue a su máximo y que se requieren como mínimo 6 horas para que los animales disipen su carga de calor. Por eso si durante la noche la temperatura no desciende lo suficiente, el ganado acumulará calor que no puede dispersar. Por consiguiente, el Índice de temperatura y humedad (ITH) no puede por sí solo predecir el estrés por calor en el ganado debido a que no tiene en cuenta esta carga de calor acumulado.

Cómo manejar el estrés por calor en el ganado vacuno de carne

La mejor forma de manejar el estrés por calor en el ganado incluye la práctica de la planificación, para limitar el estrés y proporcionar a los animales métodos de enfriamiento cuando sea necesario. A continuación, usted encontrará algunas sugerencias que le interesa tener en cuenta:

  • Cuando sea posible, proporcione una superficie de sombra de 1,85 m2 - 3,70 m 2 por animal, donde el espacio a la sombra esté colocado al menos a 2,44 metros por encima del suelo para permitir la adecuada circulación del aire.
  • El ganado incrementa su respiración cuando sube la temperatura, por lo que necesita un mayor consumo de agua. Para los animales en crecimiento, un aumento de la temperatura a 21º C – 32º C prácticamente dobla las necesidades de consumo de agua. Asegure la disponibilidad de agua fresca y limpia con al menos 7,8 cm lineales de espacio por cabeza para beber.
  • La producción de calor durante la digestión llega a su máximo a las 4 – 6 horas después de alimentarse. El ajuste del horario de la alimentación para proporcionar un 70% o más de alimento al caer la tarde, permitirá al ganado hacer la digestión durante las horas del día de menos calor.
  • Si bien las mamparas de protección contra el viento son beneficiosas en invierno, si fuera posible, habría que retirarlas en el verano para permitir una mejor circulación del aire. De igual manera, limitar la altura de la hierba en los pastos puede ayudar a mantener al ganado fresco.
  • Una excesiva presencia de moscas provocará que el ganado se junte, exacerbando los problemas de calor. Es crucial contar con un sólido programa de control de moscas durante la época de altas temperaturas.
  • Esté atento a la meteorología, y cuando sea posible, evite mover el ganado en los días de más calor, y limite los tiempos de trabajo en corrales y mangas donde los animales tengan que estar agrupados o alejados de la sombra y /o del agua. Si hay que mover a los animales, hágalo temprano por la mañana cuando tengan una temperatura corporal más baja, y trabaje a baja velocidad y con calma para ayudarlos a manejarse frente a múltiples factores de estrés por el calor y los desplazamientos.
  • Se pueden usar los aspersores para mojar a los animales y ayudarlos a refrescarse por medio de la evaporación. Las gotas de agua de los aspersores deberán ser de tamaño grande, y su uso será intermitente para evitar la formación de barro, colocándolos lejos de los comederos y de los bebederos. Los aspersores deberán ser considerados como medidas preventivas y requerirán de cierta aclimatación tras el inicio de su uso.

Algunos aspectos de la nutrición pueden ser tenidos en cuenta para ayudar al ganado a enfrentarse a un clima caluroso. Se debería examinar el contenido de proteína de la dieta controlando el contenido de urea en orina, porque un exceso de proteína es muy costoso energéticamente, además de generar calor. De igual manera, las dietas con un alto contenido de forraje pueden ser problemáticas, puesto que hay mayor producción de calor por la digestión de materia fibrosa que por la de grano y concentrados. Sin embargo, el ganado es más propenso a la acidosis durante el estrés por calor, por lo que hay que vigilar estrechamente el consumo de concentrado. Los estudios indican que la disminución de contenido energético en la dieta reducirá la carga de calor en los animales, con la recomendación general de disminuir la energía en la dieta en un 5%-7%.  Se ha demostrado que la levadura Yea-Sacc ayuda al ganado durante el estrés por calor a conservar el equilibrio del pH en el rumen, beneficiando a la digestión. Estos suplemento puede ayudar a mantener la ingesta de alimento y la salud durante los episodios de estrés por calor.

Finalmente, el manejo del ganado vacuno de carne constituye un reto multifactorial que implica encontrar un equilibrio entre factores específicos del ganado, del medio ambiente y de las instalaciones de cada uno de los programas de producción.

Quiero saber más de nutrición para aplicarlo a mi ganado vacuno de carne.

 

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