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Nutrientes clave para los caballos en crecimiento

Independientemente de la raza o disciplina, un caballo debe tener una buena base para desarrollar huesos y articulaciones fuertes. La nutrición del caballo en crecimiento tiene un gran impacto en dicha base.

Diversos nutrientes son particularmente importantes en el crecimiento óseo y el desarrollo del caballo. El suministro y el balance de estos nutrientes es clave para optimizar el crecimiento y minimizar los problemas ortopédicos asociados con la nutrición. Bien sea, un potro pura sangre destinado a ser el próximo aspirante a la Triple Corona, un saddlebred queriendo ser el próximo Gran Campeón Mundial o un poni que es un sueño hecho realidad para algún niño, el suministro de los nutrientes suficientes con el balance adecuado ayudará a los potros a desarrollar una base sólida.

Energía y proteína

Se necesita un balance óptimo de energía y proteínas para promover el crecimiento. A medida que el caballo madura, la tasa de crecimiento varía; por lo tanto, los requerimientos de energía y proteína también variarán. La energía es esencial para el crecimiento y el desarrollo. La calidad de las proteínas en la dieta también es importante. La proteína cruda en la dieta es una medida de nitrógeno y no un indicador de la calidad de la proteína. La calidad de la proteína depende de la composición de los aminoácidos en la dieta y la digestibilidad de esos aminoácidos. Por lo tanto, la composición de aminoácidos de la dieta, a diferencia del contenido de proteína cruda, es importante para el caballo en crecimiento. Se puede obtener una tasa de crecimiento constante evitando excesos o deficiencias tanto de energía como de proteína, esto ayudará a reducir la incidencia o gravedad de las enfermedades ortopédicas del desarrollo (DOD por sus siglas en inglés).

Exceso de energía y proteína en la dieta

Si ciertos nutrientes en la dieta (vitaminas y minerales) no promueven el aumento en la tasa de crecimiento debido al exceso de energía y proteínas, se podría generar: fisitis, fragilidad en lo huesos, aumento del riesgo de la enfermedad metacarpiana dorsal, osteocondritis disecante y deformaciones flexurales. El exceso de energía también dará como resultado un caballo gordo. Aun no se conoce que el exceso de proteína en la dieta, por si solo, cause problemas de desarrollo óseo en caballos; sin embargo, en situaciones prácticas, generalmente el exceso de proteína también representa exceso de energía. Es esencial distinguir la diferencia entre engordar (condición corporal) y crecer (tasa de crecimiento). Tanto el peso corporal como la condición corporal deben controlarse al menos una vez al mes y el programa de alimentación debe ajustarse según sea necesario.

Deficiencia de energía y proteína en la dieta

Suministrar proteína y energía en cantidades deficientes disminuirá la tasa de crecimiento y podría causar un crecimiento compensatorio más adelante cuando haya suficientes nutrientes disponibles. Si se proporciona energía y proteínas insuficientes en los meses de invierno (debido a la falta de alimento, heno de mala calidad, etc.), la tasa de crecimiento disminuirá. En la primavera, cuando las pasturas son exuberantes y ricas en calorías y proteínas, se produce un rápido aumento en la tasa de crecimiento. Este rápido aumento en el crecimiento es un crecimiento compensatorio. Usualmente ocurre luego del destete y puede predisponer al caballo en crecimiento al DOD. Además de la disminución del crecimiento, la deficiencia proteica puede provocar un menor consumo de alimento (y por lo tanto posibles deficiencias en otros nutrientes) y una menor digestibilidad de las proteínas. La deficiencia de energía también lentificará el crecimiento y podría causar DOD.

Minerales: calcio y fósforo

Además de la energía y las proteínas, varios minerales son importantes para la formación y el desarrollo adecuado de los huesos y cartílagos. Los huesos contienen aproximadamente 35 por ciento de calcio (Ca) y entre 14 – 17 por ciento de fósforo (P). Las deficiencias de calcio y/o fósforo pueden causar engrosamiento del cartílago, disminución de las tasas de crecimiento y disminución de la densidad ósea. Si bien cumplir con los requerimientos de calcio y fósforo es crítico, la proporción en la dieta es igualmente importante. El rango más seguro debe mantenerse entre 1:1 y 4:1 (Ca:P). Una proporción superior a 4:1 (exceso de Ca) podría disminuir la absorción de otros minerales, como el hierro, magnesio, manganeso, fósforo y zinc, causando finalmente DOD. Una proporción por debajo de 1:1 (exceso de P) puede dar como resultado un desarrollo óseo deficiente, problemas con el crecimiento del cartílago y una menor absorción de calcio, lo que posiblemente puede conllevar a una deficiencia crónica de calcio e hiperparatiroidismo secundario.

Minerales: cobre y zinc

El cobre (Cu) y el zinc (Zn) también son esenciales para un crecimiento óseo adecuado. El cobre es necesario para la síntesis del tejido conectivo, mientras que el hueso contiene concentraciones intermedias de zinc. Las deficiencias de cobre causan DOD, y las deficiencias de zinc en la dieta causan disminución en la tasa de crecimiento. En general, la mayoría de los forrajes y granos están ligeramente por debajo de los requerimientos de cobre para un caballo, y únicamente cuentan con la mitad del requerimiento de zinc. Los fabricantes de alimento balanceado, en base a esta información, fortalecerán sus alimentos para cumplir con los requerimientos de cobre y zinc cuando suministren prácticas de alimentación promedio. En términos prácticos, la dieta de un caballo debería tener una proporción de Zn:Cu entre 3:1 a 5:1. El exceso de zinc (> 500 partes por millón de materia seca) puede interferir con la absorción de calcio y fósforo, y la utilización adecuada del cobre; lo que ocasiona fisitis, cojera y rigidez.

Vitaminas: A y D

Las vitaminas, particularmente A y D, son esenciales para el crecimiento y desarrollo normal. El betacaroteno, un precursor de la vitamina A, predomina en los forrajes verdes, como los pastos y henos bien curados. Los caballos deben convertir el betacaroteno en vitamina A. Los henos bien curados retienen la mayor parte de la actividad de la vitamina A, pero las malas condiciones de curado (por ejemplo, daños por lluvia, exposición prolongada al secado, etc.) destruirán el betacaroteno.

La vitamina A tiene muchas funciones, incluida la remodelación ósea. Entre otros síntomas, los excesos de vitamina A (> 16,000 Unidades Internacionales por kilo de materia seca) pueden causar fragilidad en los huesos. El consumo excesivamente alto puede resultar cuando se suministran múltiples suplementos que contienen cantidades sustanciales de vitamina A. La deficiencia de vitamina A no es probable para los caballos que consumen suficiente forraje verde. Sin embargo, los caballos que reciben heno viejo o de mala calidad y/o que cuentan con muy poco tiempo de pastoreo pueden necesitar suplementos de vitamina A. La mayoría de los alimentos y suplementos comerciales contienen cantidades más que adecuadas de esta vitamina. La deficiencia de vitamina A dará como resultado un crecimiento pobre, pero no se ha demostrado directamente que cause problemas óseos en los caballos.

La vitamina D promueve la absorción del calcio y fósforo en el intestino, la reabsorción de calcio del hueso y la reabsorción de calcio en los riñones. Bajo la luz solar, una sustancia en la piel se convierte en una forma pre-vitamínica y, finalmente, en una forma activa en el hígado y los riñones, lo cual hace que las deficiencias sean poco probables. Las deficiencias pueden ocurrir si los caballos no están expuestos a la luz solar directa y reciben heno mal curado. Una deficiencia podría causar el desarrollo de diversas anormalidades óseas. Los excesos también son raros, pero serían más comunes si se consumen ciertos miembros de la familia de las plantas solanáceas. Los síntomas de consumo excesivo de vitamina D podrían incluir anomalías óseas y calcificación de los vasos sanguíneos, el corazón y otros tejidos blandos.

Resumen

  • El objetivo final para los caballos en crecimiento es lograr una tasa de crecimiento constante para evitar los problemas ortopédicos. Esto se puede lograr suministrando suficientes nutrientes con el balance adecuado.
  • Los cambios estacionales en la calidad de las pasturas y la condición corporal individual conlleva a los ajustes del programa de alimentación en consecuencia.
  • Si se reduce el alimento (grano), se pueden necesitar suplementos minerales para compensar las deficiencias.

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