El período de crianza es un momento crítico para el desarrollo de muchos sistemas en las aves, y ocurre desde el momento de la colocación (incluso antes de que la granja se prepare para la nueva parvada), hasta alrededor de las primeras dos semanas de vida de los pollos o pavos jóvenes.

Lograr el inicio correcto para su parvada durante los primeros días, le puede ayudar a tener un impacto positivo en la salud y el desempeño durante todo el período de vida de su parvada. Existen cinco áreas que deben observarse cuidadosamente durante este período de crianza:

1) Regulación de la temperatura corporal

Los pollitos y pavipollos no pueden regular su temperatura corporal interna durante los primeros cuatro a seis días posteriores a la eclosión (pavipollos: 39.4-40 °C o 103-104 °F, pollitos: 40-41 °C o 104-106 °F) .

Si bien el control de la temperatura ambiental es importante para toda la parvada, es particularmente crítico durante la primera etapa de vida, es importante considerar que las temperaturas no sean extremadamente calientes o frías, ya que esto puede tener un gran impacto en el desempeño de las aves. Las pautas de manejo para la raza incluirán las temperaturas adecuadas para la parvada, estas temperaturas podrían diferir dependiendo de si la parvada es de crías más jóvenes o más viejas. El productor también debe considerar la temperatura del piso y la cama para que todo el ambiente, y no solo el aire, esté a la temperatura adecuada.

2) Sistema esquelético y muscular

Durante su primera semana de vida, los pollos y pavos jóvenes ganan alrededor de cuatro veces su peso corporal original. Esta significativa ganancia de peso sugiere un rápido crecimiento del ave. Una gran parte de este crecimiento se promueve con las primeras fases de alimentación que se le proporcionan al ave, las cuales ofrecen nutrientes para ayudar al crecimiento, a diferencia del lote en etapa final, cuando los nutrientes se enfocan en el mantenimiento del cuerpo. Se requieren nutrientes como proteínas, calcio, fósforo y diversos minerales para ayudar con dicho crecimiento. El uso de minerales que sean más biodisponibles para el ave (por ejemplo, Bioplex^® y Sel-Plex^®) y proteínas altamente digestibles (por ejemplo, NuPro^®) pueden optimizar el crecimiento durante este tiempo y la vida de la parvada.

3) Sistema inmunológico

Algunos anticuerpos de las gallinas reproductoras se transmiten a la descendencia a través de la yema. Estos anticuerpos maternos ayudan a proteger a los pollitos/pavipollos durante las primeras dos a tres semanas de vida. Sin embargo, estos anticuerpos maternos no cumplen todos los requerimientos del sistema inmune del ave joven. Los órganos inmunes y el tejido inmune comienzan a desarrollarse en el embrión y al nacimiento. Asimismo, la inmunidad activa se desarrolla en el ave joven desde in ovo hasta el campo a través de la vacunación y la exposición a patógenos. Si existe algún tipo de estrés en el ave, el sistema inmune se puede suprimir, lo cual afecta negativamente la salud y el desempeño. Dependiendo de la situación, el uso de algunos aditivos para el alimento balanceado, como Actigen^®, Natustat^®, Bioplex^® y Sel-Plex^®, puede ser beneficioso para fomentar la construcción de defensas naturales.

4) Sistema gastrointestinal

El tracto gastrointestinal tiene muchos propósitos, incluyendo la función inmune y de barrera para la protección de enfermedades, así como también la descomposición, digestión y absorción de los alimentos y el agua, que pueden traducirse en parámetros de producción. El intestino delgado es el área principal donde se digiere y absorbe la mayor parte de los alimentos. Para absorber eficientemente el alimento, debe existir una amplia área de superficie en el tracto gastrointestinal. El aumento en el número de vellosidades y la altura de las vellosidades ayudan a aumentar el área de superficie para la absorción. El intestino delgado se desarrolla rápidamente, desde los 17 días de incubación hasta aproximadamente 10 días después de la colocación. Durante este tiempo crítico, se desarrolla la capacidad del ave para digerir y absorber nutrientes de manera eficiente, además se desarrollan fuertes defensas contra enfermedades.

5) Microbiota

Las diferentes áreas del ave tienen microbiotas diferentes, como la piel y el tracto gastrointestinal. La microbiota del tracto gastrointestinal es parte de la función de barrera protectora del intestino. La estabilidad de la microbiota implica un acto de balance entre los microbios beneficiosos y oportunistas, estos últimos son causantes de enfermedades cuando el ave se encuentra bajo estrés. A las pocas horas de la eclosión, el intestino delgado es colonizado por diferentes grupos bacterianos. A medida que el ave envejece, la población de la microflora intestinal cambia de inmadura a madura, alcanzando un balance estable en el intestino delgado entre dos a tres semanas, y en el ciego hasta en seis semanas. Sustentar el establecimiento temprano de una comunidad beneficiosa de la microflora permitirá que florezcan las vellosidades, se maximice la absorción y se minimice la presencia de bacterias patógenas. La dieta del ave, incluyendo nutrientes y aditivos (como Actigen, All-Lac^® XCL y Acid-Pak 4-Way^® 2X), así como también el agua que bebe el ave, pueden tener un impacto en la microflora intestinal. Las granjas avícolas, especialmente la cama, tiene su propia microflora que está muy influenciada por la microflora intestinal y viceversa. Cambiar positivamente las poblaciones y el perfil de la microflora de la parvada puede tardar varios ciclos.

Cuando las aves se colocan por primera vez en la nave, es fundamental que obtengan acceso inmediato al alimento y el agua. La alimentación suplementaria y el agua generalmente se usan para permitir una transición fácil al sistema de alimentación y agua permanentes.

Para ayudar a las aves a comenzar correctamente durante la crianza, se deben tener en cuenta muchos factores, incluidas las mejores prácticas de manejo, con especial atención en la bioseguridad, la nutrición y el estado de salud.