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La sala de guerra del productor avícola: En preparación para enfrentar enfermedades

Lidiar con enfermedades en la producción avícola es un desafío. En parte, porque las enfermedades que afectan a las especies avícolas tienden a encontrar formas de evolucionar constantemente, evadiendo las estrategias para erradicarlas. Las mutaciones genéticas, la aparición de nuevas cepas virulentas, los cambios en las prácticas de producción y las regulaciones sobre el uso de productos terapéuticos crean un escenario en el que los productores deben identificar formas innovadoras de enfrentar los desafíos comunes.

Un ejemplo reciente sobre la dificultad para tratar las enfermedades cambiantes es el resurgimiento de la histomoniasis, también conocida como la enfermedad de la cabeza negra.

La histomoniasis es causada por un protozoo que puede causar lesiones en el ciego y el hígado de las aves. La enfermedad puede ser muy costosa ya que puede incrementar la susceptibilidad de los pollos de engorde a la coccidiosis, y puede generar altas tasas de mortalidad en los pavos.

Los productores de pavo en los Estados Unidos consideraban que la enfermedad de la cabeza negra era un problema del pasado. En la década de 1940, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó el uso de medicamentos a base de arsénico, que fueron muy efectivos para prevenir y tratar la enfermedad de la cabeza negra.

En 2011, ocurrió una reforma cuando la FDA concluyó que, en base a una nueva investigación, estos fármacos podrían dejar rastros de residuos de arsénico inorgánico en el hígado de los pollos. Dada la alta toxicidad de los compuestos de arsénico inorgánicos y la nocividad para la salud humana, la FDA comenzó a eliminar progresivamente estos medicamentos de la producción avícola. En diciembre de 2015, nitarsone, el último fármaco disponible a base de arsénico para animales comestibles, fue retirado del mercado, dejando a los productores expuestos, por primera vez en más de medio siglo, a la enfermedad de la cabeza negra.

Los productores han sido dependientes de los medicamentos a base de arsénico dada la poca investigación sobre soluciones alternativas para enfrentar enfermedades como la histomoniasis. Ahora que estos compuestos ya no están disponibles para su uso, los productores de pavo se ven obligados a desarrollar nuevos enfoques para proteger a sus aves.

Con la política de la Directiva de Alimentos Veterinarios (VFD), que recientemente entró en vigencia en los Estados Unidos, se aplican más restricciones a los antibióticos utilizados en la producción animal. Si bien estas restricciones aún no han generado la prohibición de antibióticos preventivos, como fue el caso con el nitarsone, tenemos que considerar qué pasaría si esto llegara a pasar. Si los medicamentos preventivos contra la enteritis necrótica (por ejemplo, bacitracina, virginiamicina, tilosina) fueran prohibidos completamente, tendríamos que adaptarnos a un enfoque de salud intestinal diferente para evitar que la enteritis necrótica afecte a las aves.

Recientemente, en un seminario en línea de Alltech, el Dr. Dennis Wages, profesor de manejo de salud avícola de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, explicó sobre un programa que ha estado ayudando a los productores a tratar la enfermedad de la cabeza negra en esta nueva era de producción. Los puntos de control de Wages incluyen:

Construir defensas contra las enfermedades avícolas 

Puntos de control en el manejo:

  • Establecer fuertes protocolos de bioseguridad en la granja
  • Desparasitar a la parvada
  • Aumentar la profundidad de la cama
  • Controlar portadores, como plagas y escarabajos
  • Limpiar y desinfectar los equipos e instalaciones

Puntos de control en la nutrición:

  • Compuestos fitogénicos
    • Mezclas de aceites esenciales y saponinas
  • Ácidos orgánicos
  • Tecnologías nutricionales a base de la pared celular de la levadura
  • Combinaciones (extractos vegetales, aceites esenciales, carbohidratos de levadura y minerales orgánicos)

La difícil tarea de proteger a las parvadas contra las enfermedades es cada vez más difícil, pero los productores pueden estar a la vanguardia conociendo y probando nuevas tecnologías nutricionales y de manejo. Los productores de pavo han aprendido de su experiencia con la enfermedad de la cabeza negra, pero es probable que esta historia se repita de alguna manera en el futuro si la industria no está preparada.

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