Rendimiento y recuperación

¿Cómo lograr un rendimiento y una recuperación efectivos en los caballos?

¿Alguna vez ha sentido que su caballo está “con poco ánimo” o “no del todo bien”? No ha sido el único. Si bien los ejercicios tienen un impacto positivo sobre la salud general de los equinos, también pueden provocar estrés fisiológico.

Algo de estrés no siempre es malo, pero demasiado tampoco es lo mejor. El estrés relacionado con los ejercicios puede provocar una producción excesiva de radicales libres, lo cual puede convertirse en un problema si el organismo del animal no tiene la capacidad de responder adecuadamente a esta situación.

Si bien el selenio, el cobre, el zinc y el manganeso se encuentran en pequeñas cantidades en la dieta de los caballos, sus propiedades antioxidantes influyen considerablemente sobre la salud articular, el pelo, el crecimiento de los cascos e, incluso, la función inmune. Y aunque sus requerimientos nutricionales para los equinos pueden parecer insignificantes, estos minerales traza son esenciales para apoyar el rendimiento animal.

¿Cómo los caballos obtienen los minerales a través de la dieta?

Los caballos generalmente obtienen niveles adecuados de vitaminas y minerales a través de los forrajes. Pero los animales que hacen ejercicios regularmente presentan mayores requerimientos de estos nutrientes –por lo que estos requerimientos muchas veces no pueden satisfacerse solo con el forraje–.

Proporcionar granos no solo supone aportar calorías, sino también ayuda a prevenir cualquier deficiencia nutricional. Sin embargo, el desafío consiste en que los suplementos minerales suministrados a través de los granos sean ofrecidos en la forma en la que los equinos puedan absorberlos y utilizarlos mejor.

¿Cuál es la diferencia entre los minerales traza inorgánicos y los orgánicos?

Los minerales traza orgánicos se encuentran de forma natural en las plantas, mientras que los sintéticos son clasificados como minerales traza inorgánicos. Los caballos absorben estos elementos de las plantas a niveles considerablemente mayores que aquellos que están presentes en las rocas. Esto permite que estos nutrientes esenciales sean mejor utilizados por el organismo, lo que da como resultado un mejor rendimiento a través de tasas de suplementación más bajas.

¿Cómo los minerales traza orgánicos mejoran el rendimiento de los caballos?

Los minerales son considerados los componentes estructurales de casi todos los sistemas corporales de los caballos. Por ejemplo, el selenio es un elemento clave en diversos procesos antioxidantes (favoreciendo la función y la regeneración celular). Mientras que el cobre, el zinc y el manganeso mantienen el sistema inmune (promoviendo la síntesis del colágeno para las articulaciones o mejorando la salud del pelo y los cascos). Por lo que es muy importante que todos estos minerales sean proporcionados a los animales en la forma orgánica más biodisponible, lo que les permitirá a los equinos alcanzar su máximo potencial.

Signos de un rendimiento y una recuperación no óptimos en caballos:

• Aumento de las frecuencias cardíaca y respiratoria (que tardan mucho en volver a la normalidad)
• Disminución del consumo de alimento
• Pérdida de peso
• Falta de disposición al trabajo
• Rabdomiólisis (o enfermedad de los lunes)
• Pelo opaco
• Cascos agrietados
• Dificultad para respirar

Cómo lograr un rendimiento y una recuperación óptimos en los caballos

Consejos para que los caballos mantengan el mejor rendimiento:

• Realizar análisis del heno: La calidad de los forrajes varía según el suelo, la zona, el año, los fertilizantes, etc. Por lo que realizar de forma periódica análisis de muestras de heno ayuda a conocer las deficiencias nutricionales específicas de las dietas y proporciona información clave para implementar una estrategia de suplementación adecuada.
• Aprender a medir las constantes vitales: Si bien no es necesario medir la temperatura, el pulso y la respiración a los caballos cada vez que se entra a un establo, se recomienda conocer los valores normales de sus constantes vitales para poder darse cuenta si estas comienzan a cambiar.
• Asegurar que los caballos tengan el tiempo suficiente para recuperarse y descansar: Se debe evitar el sobre y el sub-entrenamiento. Esforzar demasiado a un caballo no solo puede provocar su rechazo a los entrenamientos, sino también puede causar una tensión excesiva en sus músculos y articulaciones. Por otro lado, si solo se monta una vez por semana, hay que tener en cuenta que es probable que el animal no mantenga la mejor condición física –por lo que se debe procurar no exigirle de más–.
• Proporcionar una alimentación de calidad: Se debe suministrar a los caballos minerales antioxidantes efectivos que apoyen la recuperación de los músculos, los huesos y el tejido conectivo. La nutrición desempeña una función clave en la prevención de lesiones.