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¿Puede el manejo del amoníaco en los estanques de peces optimizar la productividad?

¿Puede el manejo del amoníaco en los estanques de peces optimizar la productividad?

El manejo de la calidad del agua es uno de los puntos clave en la producción acuícola.

Las concentraciones de amoníaco pueden tener un efecto directo en la calidad del agua, especialmente en los estanques en los que se suministra dietas con alto contenido de proteína. Por lo que el manejo de la calidad del agua es uno de los aspectos más importantes en el cultivo de peces. Así, la medición y el registro (diario o periódico) de la calidad del agua y de la concentración de amonio se han convertido en dos factores decisivos para un control del amoníaco exitoso en la producción acuícola.

Al mantener una calidad óptima del agua, mejor será el rendimiento del crecimiento de los peces. Además, sobre la base de un registro de la calidad del agua y del amonio; los acuicultores podrán tomar las medidas correctivas necesarias para mejorar la calidad del agua (como la aplicación de productos químicos, probióticos, la aireación mecánica o el recambio de agua).

Los parámetros de monitoreo de la calidad del agua dependen principalmente del sistema de cultivo y de la sensibilidad de los animales acuáticos a determinados factores. Muchos de estos factores pueden influir directamente en la toxicidad del amoníaco.

Parámetros de monitoreo de la calidad del agua utilizados en la mayoría de las granjas:

  • Oxígeno disuelto (OD).
  • pH.
  • Temperatura.
  • Nitrógeno amoniacal total (TAN, por sus siglas en inglés).
  • Salinidad.

Efectos del amoníaco en los estanques acuícolas

Entre todos los factores de la calidad del agua, se considera al amoníaco como una de las sustancias tóxicas que requiere una especial atención dentro de los sistemas de cultivo; ya que puede causar estrés o daños en las branquias y en otros tejidos. El amoníaco es uno de los principales elementos de desecho en la producción de animales acuáticos: que es generado por la descomposición del alimento balanceado o por otras materias orgánicas que son excretadas al agua.

En el agua, el amoníaco puede encontrarse en dos formas: en su forma no ionizada (NH3) y en su forma ionizada (NH4⁺). El NH₃ es tóxico para los peces y para todos los animales acuáticos, y su concentración puede elevarse con el aumento del pH y de la temperatura (Cuadro 1). El pH tiene un mayor impacto sobre la toxicidad inducida por el amoníaco, en comparación con la temperatura. Por lo tanto, es muy importante medir el pH a la hora de determinar el nivel del TAN, para conocer su riesgo real para las especies marinas.

El amoníaco en el agua es dinámico durante todo el día y a lo largo del ciclo de cultivo. Y si bien pocas veces se presentan casos de alta mortalidad provocados por altos niveles de amoníaco, es importante prestarles una atención especial; ya que estos indicadores ocultos pueden causar considerables pérdidas económicas. Entre los efectos de altas concentraciones de amoníaco se encuentran:

  • Una disminución del apetito.
  • Una mayor susceptibilidad a enfermedades bacterianas.
  • Una reducción de la tasa de crecimiento.
  • Un factor de conversión alimenticia (FCA) deficiente.

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Las concentraciones seguras de amoníaco para una exposición a largo plazo son de alrededor 0.015-0.045 para las especies de agua fría. Mientras alrededor de 0.05-0.15 para las especies de agua cálida y marina, y para los camarones. En los entornos de cultivo actual, los animales acuáticos no suelen estar expuestos a niveles muy altos de amoníaco por períodos prolongados. Por lo que conocer y mantener niveles de concentración con riesgo bajo –para largos períodos– es la medida más beneficiosa para la producción. El TAN debe mantenerse bajo durante todo el ciclo de cultivo para mejorar el desempeño animal.

Cuadro 1: Concentración letal media (CL₅₀)

Tabla

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*Claude E. Boyd (2018) encontró la CL₅₀ exacta para provocar la muerte al 50% de los animales de un estudio.

Manejo del amoníaco en los estanques de cultivo

Los kits de análisis de la calidad del agua es una herramienta comprobada que se utiliza con frecuencia para medir el nivel del TAN de los estanques. Es un proceso que se realiza regularmente una vez por semana, pero debido a los errores frecuentes en el control del amoníaco y en las prácticas de manejo; requiere un cuidado y una precisión correcta.

La medición del amoníaco solo una vez por semana debería ser suficiente. Pero también hay que estar atentos a un aumento de la biomasa (producida por una mayor densidad del cultivo), y vigilar la etapa de engorde y el periodo cercano a la cosecha; donde la tasa de alimentación es alta. En estos casos existen posibilidades de un ingreso mayor de nitrógeno en el sistema, provocado por el alimento no ingerido y/o por más heces de los animales de engorde.

De ser posible, se recomienda tomar una muestra de agua y una prueba de TAN dos veces por semana: durante la última fase de la etapa de engorde y cerca de la etapa de cosecha. Esto contribuye a controlar si el TAN se encuentra en un rango óptimo y, por consiguiente, ayuda a manejar la tasa de alimentación. Durante el ciclo de cultivo, cuando el plancton no se encuentra estable en los estanques acuícolas –lo que facilita una elevada fluctuación del pH en el agua– se debe determinar el TAN para controlar los niveles de amoníaco no ionizado (NH₃). El NH₃ aumenta junto con el pH en el agua del estanque. Por lo que es muy importante llevar a cabo esta prueba de TAN, así como un análisis de pH para obtener resultados más precisos.

Hay varias maneras para solucionar las altas concentraciones de TAN en el agua:

  • El cambio de agua es muchas veces una opción conveniente si se cuenta con abundante agua limpia y tratada. Sin embargo, el cambio diario de agua en exceso no representa una práctica sostenible; y puede conllevar un riesgo alto de exposición a diversos patógenos, con la amenaza de enfermedades de otras granjas cercanas. 
  • Aumentar la aireación es considerada una opción para intensificar la difusión del amoníaco: del agua del estanque hacia el aire. No obstante, algunas investigaciones han demostrado que esto puede, por el contrario, incrementar las concentraciones de amoníaco en los sistemas intensivos.
  • Reducir la tasa de alimentación.
  • La inclusión regular de probióticos en el agua de los estanques puede ayudar. Pero cuando hay un incremento de amoníaco, entonces este probiótico puede no actuar lo suficientemente rápido como para reducir su concentración.
  • La zeolita solo se aplica en el agua potable.

¿Cómo reducir los niveles de amoníaco en los estanques de peces?

En la naturaleza, la planta de la Yucca schidigera crece en el desierto. Su componente bioactivo puede absorber o ligar al amoníaco que se encuentra en el agua, reduciendo así la contaminación por este. De-Odorase® de Alltech es un producto que contiene un extracto de la planta de la Yucca. Generalmente en la industria agropecuaria,      De-Odorase® se incluye en el alimento balanceado para mantener niveles adecuados del olor del estiércol y del amoníaco; para así proteger la salud y la calidad de vida del organismo. Esto crea un ambiente más saludable no solo para los animales, sino también para los productores.

Árboles de la Yucca Schidigera plantados por Alltech en la ciudad de Serdán en México.

En la acuicultura, De-Odorase® puede aplicarse directamente en el agua de los estanques, para reducir de forma eficaz los niveles de amoníaco. No tiene ningún efecto adverso en los animales acuáticos. Además, es una tecnología ampliamente comprobada y reconocida como un producto seguro para los acuicultores, que pueden utilizarla regularmente para mantener concentraciones seguras de amoníaco. Estudios locales en Indonesia han demostrado que De-Odorase® disminuye el TAN en 1.5 horas y también que mantiene su nivel reducido a largo plazo (Cuadro 2).

Cuadro 2: Aplicación de De-Odorase® (0.3 ppm) en un hatchery de lubinas en Asia.

Una dosificación correcta y prácticas de manejo adecuadas son dos aspectos clave para lograr niveles bajos de TAN. La dosis justa de De-Odorase® comprende el suficiente extracto de la Yucca para asegurar una rápida ligazón del amoníaco.

Una aplicación correcta requiere incluir la proporción precisa de agua y de polvo de De-Odorase®, para tener la cantidad necesaria de la solución de la Yucca para ser utilizada en toda la superficie del estanque. Sin embargo, es importante saber también que De-Odorase® no es la única solución para resolver todos los problemas relacionados con el amoníaco.

Es igualmente importante mejorar las prácticas de manejo para optimizar la tasa de alimentación o incluir sistemas de aireación. Pero si luego se continúa con una alimentación normal antes de conseguir un nivel seguro de amoníaco, entonces estos niveles volverán a ser elevados. El alimento balanceado no ingerido por una pérdida de apetito (provocada por altas concentraciones de amoníaco) favorecerá el regreso del amoníaco al sistema acuoso.  

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La prevención siempre es mejor que cualquier tratamiento, y este enfoque se aplica también al manejo de la calidad del agua en la acuicultura. El contar con un programa de manejo integral para el mantenimiento de la calidad del agua, garantizará que los niveles de amoníaco se encuentren siempre a un nivel seguro para los animales, además de proporcionar una solución sostenible para las ganancias futuras. Es importante conocer los factores que influyen en una óptima calidad del agua y en sus variaciones a lo largo del ciclo de cultivo. Asimismo, se debe implementar un plan de manejo para alcanzar una mayor productividad.

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