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Prebióticos, probióticos y postbióticos para mascotas: ¿cuál es la diferencia?

Prebióticos, probióticos y postbióticos para mascotas

La innovación de los postbióticos completa el perfecto trío de ingredientes que apoyan el microbioma intestinal de las mascotas.

Por Emily Dickson

Si bien los prebióticos y los probióticos han sido aditivos claves en la industria de alimentos para mascotas durante varios años, la innovación de los postbióticos parece cambiar las reglas del juego para la salud intestinal.

Y aunque puede parecer confuso agregar un tercer moderador de la salud intestinal a la mezcla, los dueños de mascotas están más preocupados que nunca por estimular el sistema inmunológico de sus animales, lo que justifica nuevas tecnologías para mejorar su salud gastrointestinal.

A medida que crece la investigación en el campo de los postbióticos, es seguro decir que el miembro más nuevo de la familia de la salud intestinal llegó para quedarse, y así completar el trío del microbioma.

¿Qué son los postbióticos?

Los postbióticos son subproductos metabólicos funcionales de la fermentación intestinal. En otras palabras, los probióticos (es decir, las bacterias buenas en su intestino) digieren y utilizan prebióticos (es decir, alimento de bacterias), y el resultado final de esa interacción es la liberación de postbióticos en el ambiente intestinal.

El nombre lo dice todo: los postbióticos son "bióticos", también conocidos como organismos vivos, que se producen después de las interacciones de los microbios intestinales.

Los postbióticos incluyen compuestos, tales como:

  • Ácidos grasos de cadena corta
  • Enzimas
  • Vitaminas
  • Fracciones de células microbianas
  • Ácidos orgánicos

Estos compuestos actúan de manera que promueven la salud, muchos de los cuales aún no han sido descubiertos.

En el tracto digestivo de las mascotas, los postbióticos más notables incluyen acetato, propionato y butirato. Estas tres sustancias se clasifican como ácidos grasos de cadena corta, que son importantes fuentes de energía para las propias bacterias probióticas, así como para las células epiteliales que forman el revestimiento intestinal.

Los ácidos grasos de cadena corta son importantes porque trabajan para optimizar la movilidad dentro del tracto gastrointestinal y reducir la inflamación, lo cual es primordial para prevenir cualquier condición digestiva aguda o crónica.

El microbioma intestinal de las mascotas

La investigación continúa descubriendo que el microbioma intestinal, tanto en humanos como en mascotas, es más complejo de lo que pensamos originalmente.

El tracto gastrointestinal desempeña un papel en casi todas las funciones y los sistemas del cuerpo, y cabe destacar que difiere entre las personas. El microbioma es dinámico y puede cambiar drásticamente, debido a estos aspectos:

  • Dieta
  • Nivel de estrés
  • Edad
  • Historia de uso de medicamentos

El microbioma intestinal es casi como una huella digital interna, lo que significa que los suplementos digestivos afectarán a cada animal de formas ligeramente distintas.

Dicho esto, la investigación ha encontrado que los microbiomas intestinales de perros y gatos son muy similares en su composición y forma, a menos que, por supuesto, el animal esté enfermo (Wernimont et al., 2020).

En perros y gatos con trastornos digestivos, como enteropatía crónica y enfermedad inflamatoria intestinal, se ha demostrado que la composición del microbioma intestinal es significativamente diferente tanto en su diversidad como en la riqueza bacteriana que presentan los microbiomas de mascotas sanas (Minamoto et al., 2019; Garraway et al., 2018).

Por razones preventivas, los probióticos se incluyen cada vez más en las listas de ingredientes de alimentos para mascotas; pues se ha demostrado que ayudan a alterar las poblaciones de bacterias en el intestino, al cambiar el tracto gastrointestinal con demasiadas bacterias patógenas a uno con una abundancia de bacterias intestinales buenas.

Si bien los probióticos son beneficiosos, su uso puede ser controvertido ya que estos son organismos vivos. Esto significa que, desde un punto de vista técnico, las limitaciones de calor, el procesamiento de alimentos y su almacenamiento plantean desafíos importantes para la viabilidad y estabilidad de los probióticos.

Por su parte, los prebióticos son ingredientes selectivos que estimulan el crecimiento de ciertas bacterias y, como resultado, promueven la salud intestinal. Son de amplio alcance, pero la clave aquí es que los prebióticos no están vivos, por lo que son menos preocupantes en términos de eficacia.

En pocas palabras, los probióticos y prebióticos se centran en alterar la composición del microbioma intestinal para prevenir enfermedades, mientras que los postbióticos se utilizan con el fin de alterar la función del microbioma para una buena salud intestinal en general.

¿Por qué utilizar postbióticos en el alimento para perros y gatos?

A medida que avanza la investigación, lo que sabemos hasta ahora es que los postbióticos afectan positivamente las vías de señalización dentro del tracto gastrointestinal. Como metabolitos, interactúan con las bacterias en el intestino, con el intestino mismo y con otros sistemas del cuerpo, para activar el sistema inmunológico y promover respuestas antiinflamatorias de todo el organismo.

Si bien los mecanismos exactos a través de los cuales funcionan los postbióticos aún no se han revelado por completo, lo que se sabe actualmente sobre su amplia gama de efectos inmunomoduladores es una buena razón para incluirlos en los alimentos para mascotas (Wegh et al., 2019).

En resumen

Los postbióticos son metabolitos termoestables que brindan beneficios directamente al tracto gastrointestinal.

¡Todas las cosas buenas suceden de a tres! Proteger el sistema inmunológico y la salud general de cualquier perro o gato es simple con la combinación de investigaciones sobre probióticos, prebióticos y postbióticos.     

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