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Moviendo las vacas con menos estrés en nuestras lecherías

Moviendo las vacas con menos estrés en nuestras lecherías

Por Jorge Delgado 

¿Suena difícil? En realidad, no lo es. Nosotros somos los que inducimos al estrés, no los animales. Siempre decimos que las vacas deben ser movidas silenciosamente y con seguridad para que permanezcan tranquilas y produzcan más leche. La pregunta es: ¿cómo logramos eso eficientemente?

La respuesta es simple: debemos pensar como las vacas y ver el mundo a través de sus ojos. Las vacas identifican al mundo que las rodea usando sus sentidos. Su forma de verlo es diferente de la nuestra, pero generalmente no enseñamos a nuestros empleados a considerarlo. Hablemos específicamente sobre los sentidos de la vista y del oído de la vaca.

Sentido de la vista

Mientras que nosotros podemos diferenciar formas y colores, las vacas solo ven luces brillantes y sombras. Sabiendo esto, cuando se mueven las vacas en nuestras lecherías en el día a día, debemos eliminar todas las distracciones en las áreas de tráfico como salas de espera y pasillos de retorno. Hacerlo evitará que las vacas se distraigan y las mantendrá moviéndose en la dirección deseada. Una solución clara para este problema es oscurecer las entradas a las salas de ordeño con el fin de evitar distracciones desde esta área y sus alrededores. Al eliminar esa distracción, podremos ayudar a las vacas a moverse a la sala de forma rápida y calmada; y evitando silbar, gritar o hacer otros sonidos que podrían considerarse aterradores.

También es importante saber que los ojos de la vaca se encuentran en ambos lados de su cabeza, dándole una visión panorámica. Sin siquiera girar su cabeza, ella es capaz de saber cuándo nos movemos cerca de ella. Esto puede ser ventajoso, ya que nos permite mover vacas sin necesidad de hacer ruido.

Sentido del oído

¿Sabías que las orejas de una vaca pueden moverse de forma independiente una de la otra? Esto permite que la vaca escuche más de un sonido a la vez y determine independientemente de dónde provienen los sonidos, así como si son familiares o extraños. Un ejemplo de un sonido “familiar” es el que hacen las máquinas de la sala, ¿pero qué sucede cuando ese sonido se encuentra intercalado con silbidos y gritos?

Las orejas de una vaca se mueven independientemente la una de la otra, permitiéndole escuchar más de un sonido a la vez

La vaca puede estar asustada por esta mezcla de sonidos y, como resultado, podría no concentrarse en la producción durante la bajada de leche, provocando la liberación de la oxitocina. Las vacas necesitan saber que el lugar donde dan leche es tranquilo y seguro. Nosotros somos los que pensamos que las vacas se moverán más rápido cuando silbamos y gritamos. Nosotros somos los que creamos el estrés que tiene un impacto negativo en la vaca y, como resultado, en nuestros colegas e incluso en nosotros mismos.

Entonces, si una vaca tiene una mayor sensación auditiva y visión panorámica, ¿cómo puedo moverla en una forma en la cual no se inhiba su bajada de leche? La respuesta está en la comprensión de su zona de fuga y el uso de este concepto para nuestra ventaja.

Zona de fuga

Para fines de entrenamiento, diremos que cada vaca tiene una zona de fuga claramente delineada pero invisible. Si nos movemos dentro de la zona de fuga de la vaca y ella nos puede ver, ella se moverá donde queramos que vaya sin que tengamos que hacer ningún tipo de ruido.

Muchos de los errores cometidos por los ordeñadores y los corraleros en las lecherías se deben simplemente a la falta de entrenamiento o a un mal entendimiento del comportamiento de la vaca. Algunos, por ejemplo, tratan de mover al ganado caminando directamente detrás de la vaca, colocándose en el “punto ciego de la vaca”. Cuando está en el punto ciego de la vaca, como ella no puede verlo directamente detrás de ella, ella girará la cabeza para buscarlo, causando subsecuentemente que ella se mueva en una dirección diferente a la deseada. Recuerde: la vaca debe ser capaz de vernos para ir a donde nosotros queremos que vaya.

No olvide que el movimiento de las vacas es un esfuerzo de equipo. Cada trabajador debe seguir el mismo procedimiento para que las vacas se ajusten a entrar en la sala con calma, lo que también las ayudará a producir más leche y creará simultáneamente un entorno de trabajo más seguro para los empleados. Se ha comprobado que las vacas más tranquilas pueden aumentar su producción hasta en un 15 por ciento y reducir el estrés laboral para sus manejadores. Intente implementar estos consejos y verá los resultados. No grite, ni patee ni silbe a los animales ya que son la base de nuestro negocio.

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