Desde sus inicios, la industria acuícola se ha enfrentado a numerosos desafíos en la búsqueda de una producción sostenible y exitosa. Entre estos desafíos destaca el estrés oxidativo, una amenaza con efectos perjudiciales tanto para la salud de los salmones como para la calidad del filete de salmón.

En este artículo abordamos aspectos clave en la salmonicultura para entender las implicaciones del estrés oxidativo. Y resaltamos cómo el equilibrio entre la salud de los peces y la calidad de su entorno se convierten en una piedra angular para asegurar un futuro exitoso para los productores de salmón.

Si bien el oxígeno es esencial para la vida de los peces, también puede ser perjudicial cuando derivan de este los radicales superóxido, peróxido y otros conocidos –todos ellos– como especies reactivas del oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés). Estos subproductos se generan a través de procesos metabólicos normales y cuando su producción excede lo habitual, entonces la capacidad antioxidante se ve superada y se produce el estrés oxidativo en los salmones. Este proceso biológico es el resultado de un desequilibrio entre la generación de ROS y la capacidad de los antioxidantes para neutralizarlos; lo que tiene un impacto negativo sobre el metabolismo lipídico, la inflamación, la síntesis proteica e, incluso, la integridad del ADN.

En el caso de los salmones cultivados, los radicales libres se originan endógenamente a través de procesos metabólicos aeróbicos y también por factores exógenos: como el estrés ambiental (resultado de cambios de los parámetros fisicoquímicos del agua, la temperatura, el pH, la salinidad, los residuos nitrogenados y la contaminación). Además, una alimentación no óptima y la presencia de patógenos en el entorno pueden favorecer la producción de radicales libres.

El estrés oxidativo puede verse favorecido por diversos factores que se presentan en el entorno del cultivo:

• Alta densidad de peces: Una concentración elevada de salmones en jaulas o en estanques conlleva la acumulación de desechos metabólicos y de sustancias tóxicas en el agua. Esto sobrecarga el metabolismo de los animales y aumenta la propagación de enfermedades; lo que favorece el estrés oxidativo que afecta la respuesta inmune.
• Calidad del agua: Este es un aspecto esencial, ya que la insuficiencia de oxígeno disuelto o la presencia de contaminantes químicos en el agua pueden provocar estrés oxidativo al afectar los tejidos de los peces. Esto perturba el equilibrio antioxidante y el sistema de detoxificación en el salmón.
• Alimentación inadecuada: Una dieta con deficiencias nutricionales o con ingredientes de baja calidad puede desequilibrar los niveles de antioxidantes y aumentar las ROS en los peces. Además, la falta de nutrientes esenciales en las raciones compromete la neutralización de los radicales libres; lo que incrementa la vulnerabilidad al estrés oxidativo.
• Cambios ambientales bruscos: Las variaciones en la temperatura, la exposición solar y la manipulación en el manejo afectan el equilibrio antioxidante en los salmones. Estas situaciones influyen negativamente en los sistemas fisiológicos y en el bienestar animal.

Al tener un impacto negativo sobre la salud y el desempeño animal, el estrés oxidativo conlleva pérdidas económicas para los productores de salmón:

• Mortalidad: Al debilitar el sistema inmune se aumenta la susceptibilidad a enfermedades y a infecciones. El resultado es una mayor mortalidad y pérdidas económicas.
• Retraso en el crecimiento: Los salmones con estrés oxidativo crónico crecen de forma más lenta debido a la disminución del consumo de alimento y a la alteración metabólica. Esto alarga el tiempo de cultivo para lograr el tamaño de comercialización óptimo; lo que afecta los costos y los plazos de producción.
• Calidad de la carne: El estrés oxidativo afecta el color, la textura y el sabor del salmón. Esto reduce su atractivo para el consumidor y su valor comercial.
• Bajo consumo de alimento: El estrés en los peces provoca una disminución de la ingesta de alimento. Esto alarga los ciclos productivos, aumenta el costo fijo e incrementa los costos finales de producción.

El estrés oxidativo representa una amenaza poco atendida por muchos productores de salmón, a pesar de sus implicancias aquí señaladas para la rentabilidad y la calidad del filete. Por lo que abordar este desafío de manera integral y efectiva resulta fundamental para la sostenibilidad y el éxito de esta industria.

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Nuestro objetivo es apoyar el sistema inmune en los salmones, promover el bienestar animal, mejorar la calidad de cada filete de salmón y reducir la incidencia de condiciones indeseadas (como la melanosis o el “gaping”). Esto con el fin de optimizar la rentabilidad de los productores.

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