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El impacto de las micotoxinas sobre la salud animal

Por Alexandra Weaver

Las micotoxinas representan un desafío frecuente para la calidad del alimento balanceado y la seguridad animal en todo el mundo. Sus efectos sobre los animales pueden ser diversos: cambios en el comportamiento de la alimentación; reducción del crecimiento y el desempeño; alteraciones en la estructura o función intestinal; daños en los órganos internos; trastornos en la señalización del sistema endocrino; o cambios en el sistema inmune.

La micotoxicosis puede impactar negativamente todas las fases de la producción animal. Y la exposición a las micotoxinas puede producirse con una única dosis alta (aguda) o con cantidades bajas consumidas en el tiempo (crónica). Para empeorar las cosas, la presencia de múltiples micotoxinas puede tener un impacto negativo más grave; con efectos sinérgicos sobre el desempeño y la salud (Swamy, 2012). Por lo que los síntomas de la micotoxicosis dependen del tipo de la micotoxina implicada, sus niveles, y la edad o el estado de salud del animal.

Tracto gastrointestinal

El consumo de micotoxinas, tanto a niveles bajos como altos, puede afectar significativamente la salud gastrointestinal. Así, un daño a lo largo del intestino delgado puede provocar una disminución en la altura de las vellosidades o un aumento en la profundidad de las criptas, una malabsorción de nutrientes, lesiones intestinales e incluso hemorragias (Maresca, 2013; Alizadeh et al., 2015). También se ha demostrado que distintos tipos de micotoxinas incrementan la colonización por patógenos como la Salmonella y la E. coli.

A pesar de contar con un rumen, los rumiantes no son inmunes al impacto de las micotoxinas. Aunque los microorganismos ruminales pueden degradar algunas micotoxinas, otras pueden tener efectos perjudiciales sobre estos microorganismos o pueden pasar sin ser degradadas (Fink-Gremmels, 2008). Por lo que incluso pequeñas dosis de micotoxinas pueden influir en la salud ruminal e intestinal.

Sistema inmune

Las micotoxinas pueden afectar el sistema inmune, con la capacidad de causar tanto una estimulación como una supresión inmune; dependiendo del tipo de micotoxina y su concentración. La estimulación inmune suele provocar la producción de citocinas proinflamatorias (Maresca, 2013), siendo un proceso muy demandante para el animal; que puede afectar negativamente su desempeño. La supresión inmune es también un problema porque puede provocar una mayor predisposición a enfermedades secundarias, una recurrencia de infecciones crónicas e incluso fallos en los programas de vacunación (Oswald et al., 2003; Taranu et al., 2003; Meissonnier et al., 2009). Una vacunación eficaz es muy importante en la producción animal, ya que las vacunas son esenciales para la prevención y el control de enfermedades.

Desempeño productivo

Ya sea solo una disminución en la ingesta del alimento balanceado o una combinación de sus diversos efectos en todo el organismo, las micotoxinas pueden tener un impacto sobre los resultados del crecimiento y del desempeño animal. Distintos estudios han demostrado que el comportamiento productivo puede reducirse por el consumo de micotoxinas, tanto a niveles bajos como a niveles altos (Alizadeh et al., 2015; Chaytor et al., 2011). En las vacas lecheras, la disminución en la producción y en la calidad de la leche puede ser una señal de consumo de micotoxinas.

Desempeño reproductivo

Las micotoxinas también pueden tener un impacto en el rendimiento reproductivo. En ocasiones, los efectos sobre el rendimiento reproductivo pueden ser directamente provocados por micotoxinas, como en el caso del consumo de la zearalenona. Sin embargo, los cambios reproductivos también pueden deberse a los efectos indirectos que otras micotoxinas tienen sobre la salud animal. Se ha demostrado que las micotoxinas tricotecenos (como el deoxinivalenol y las toxinas T-2 y HT-2) reducen la producción de huevo y la tasa de incubabilidad en las aves; aumentan el número de mortinatos en los cerdos; y disminuyen los índices de preñez en las vacas lecheras (Chowdhury y Smith, 2004; Díaz-Llano y Smith, 2006; Yegani et al., 2006; Hulik y Zeman, 2014).

Proporcionar un soporte a través del manejo de las micotoxinas

Con frecuencia, los problemas relacionados con el alimento balanceado contaminado por micotoxinas no son el resultado de una contaminación aguda; sino debido a un consumo prolongado con bajos niveles de mezclas de micotoxinas. Los animales pueden desarrollar una serie de trastornos metabólicos que dan como resultado un deficiente desempeño, una baja productividad, alteraciones en la calidad de la canal, una reducción de la fertilidad y supresión inmune. Por lo que los productores siempre tienen que estar atentos a las micotoxinas, ya que estos contaminantes pueden afectar significativamente la producción animal y la rentabilidad.

Para mitigar la amenaza de las micotoxinas, los productores de alimento balanceado y de animales pueden utilizar una serie de tecnologías: desde el análisis de micotoxinas en los ingredientes/alimento balanceado hasta la inclusión en el alimento balanceado de un adsorbente de amplio espectro como Mycosorb A⁺® de Alltech.

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