El mildiu de la vid (Plasmopara viticola) es la principal enfermedad fúngica de la viticultura en Brasil y Perú, y se desarrolla a temperaturas de entre 15º y 25º C y con una humedad relativa superior al 85%, principalmente cuando hay lluvias prolongadas de hasta 10 mm. La enfermedad ataca hojas, inflorescencias, bayas y ramas herbáceas. El daño que provoca es una reducción del área foliar, con muerte de tejido o defoliación, que debilita la planta, además de la destrucción parcial o total de los frutos.

Los primeros síntomas aparecen en la superficie superior de las hojas como pequeñas manchas irregulares de color amarillo pálido, que posteriormente se vuelven necróticas. En condiciones de alta humedad relativa, las estructuras reproductivas del hongo aparecen con un color blanco. Tales estructuras también pueden aparecer en brotes y feminelas. En los racimos, cuando la infección ocurre poco después de la floración, las bayas se vuelven grises y se cubren del hongo. Si la infección se desarrolla en la etapa de crecimiento de fruto, la baya se vuelve coriácea y oscurecida, con crecimiento de hongos solo en el interior.

Para evitar pérdidas que causen perjuicios a la calidad, productividad y rentabilidad económica del cultivo, se recomienda un manejo preventivo. Este puede abarcar desde medidas que mejoren la aireación del parrón, como distanciamiento adecuado, buena disposición de las ramas sobre el alambre, poda en verde y nutrición balanceada, hasta el uso de fungicidas al inicio de la brotación —de contacto o sistémicos—.

Pensando en la mejor forma de manejo para prevenir la incidencia de mildiú en las vides, Alltech Crop Science en alianza con Embrapa Uva e Vinho, en la campaña 2019, realizó un estudio en Monte Belo do Sul, RS, en la Vinícola Miolo. La investigación evaluó la asociación de Agro-Mos (solución de nutrientes, aminoácidos y polisacáridos) con el fungicida Curzate, en la variedad de uva Carbenet Sauvignon, para reducir la incidencia de mildiu. Los resultados fueron excelentes. Agro-Mos, a través de la nutrición y activación de las defensas naturales de la planta, promovió un aumento de la eficacia del fungicida, al reducir la incidencia de mildiu en la vid en un 59,5%.

El efecto nutritivo de Agro-Mos activa las defensas naturales de las plantas sin gasto extra de energía, además de cubrir las necesidades nutricionales de las plantas, al disminuir el impacto de la enfermedad en el normal desarrollo del cultivo. Así, es posible observar el efecto sinérgico de Agro-Mos cuando se asocia con el fungicida en un manejo preventivo.