Por Jorge Delgado 

Los trabajadores de cualquier lechería son uno de sus recursos más valiosos, por lo tanto, la formación y el desarrollo de las personas encargadas de llevar a cabo los protocolos de ordeño deben ser una prioridad para toda empresa. 

Su entrenamiento debe estar caracterizado por un ambiente de motivación para que puedan conectarse con el responsable de la capacitación. Para esto se debe tomar en cuenta que los técnicos de ordeño deben sentir y recibir un estímulo para poder entender y familiarizarse con los principios de un ordeño consistente y eficiente.   

Para empezar a entrenar a nuestros operadores de salas de ordeño, se debe tener en cuenta varios principios y reglas de motivación: como las formas de establecer un vínculo entre el técnico con el trabajo que realiza y que tengan presente la importancia de su labor con los demás (ejemplo, los consumidores de leche). Otro de los factores a tener en cuenta, es reconocer que el trabajador necesita ser reconocido y evaluado de forma personal; para así convertirlo en un socio de la lechería al estar comprometido con lo que hace, y no ser solo un empleado en busca de una remuneración.

Una vez que entendamos que este compromiso de los trabajadores debe ser incluido como parte fundamental de cualquier entrenamiento, debemos crear un espacio exclusivo de enseñanza para poder impartir los conocimientos. Esta información o mensaje son recibidos cuando el operador entiende la importancia de su trabajo y se forma una conexión con ellos a través de cuatro diferentes impulsadores de motivación: 

• El impulso y la motivación de aprender.
• El impulso y la motivación de crear conexiones con los demás.
• El impulso y la motivación de defender algo que respetamos.
• El impulso y la motivación de adquirir bienes o reconocimiento.

Debemos tener en cuenta, además, que ninguno de estos objetivos podrá lograrse si no proveemos el lugar y el ambiente correcto para esta capacitación: un aula limpia, sillas cómodas, información clara, concisa y fácil de entender; asimismo material audiovisual, un lenguaje simple, promover la participación del grupo, proveer la seguridad y la libertad de hacer preguntas, establecer reglas claras y, por supuesto, premiar la participación y la interacción. 

Las metas que se deben establecer en una clase básica para operadores de salas de ordeño deben ser determinadas de acuerdo a los fundamentos básicos de la calidad de la leche y la salud de la ubre. No se puede empezar hablando de mastitis, por ejemplo, si aún no hemos explicado cómo entran las bacterias a la ubre y cuál es la respuesta de la vaca ante este desafío.

En los módulos de enseñanza para técnicos de ordeño de Alltech nuestro objetivo es que el ordeñador entienda la importancia de su trabajo, para que el beneficio de este entrenamiento sea compartido entre el dueño de la lechería y el empleado. Los puntos claves en estas presentaciones son: 

• Explicar la fisiología básica de la ubre y la ciencia detrás de la calidad de la leche y la mastitis.
• Ayudar a los técnicos a entender lo relevante que es su trabajo.
• Explicar el propósito de una operación lechera ante la demanda de alimentos de calidad.
• El papel del trabajador en el éxito de una lechería; destacando su capacidad para reducir el conteo de células somáticas (CCS) y la mastitis durante las rutinas de ordeño. 
• Capacitar al operador en la lectura de informes sobre CCS.
• Comprender los conceptos básicos de la mastitis.
• Entender el “porqué” de cada paso en la rutina de ordeño.
• Saber la importancia de una rutina de ordeño adecuada y consistente.
• Entender el modo de acción de los glóbulos blancos.
• Conocer cómo los patógenos entran en la glándula mamaria y causan infecciones.

Inculcar un nuevo enfoque de manejo en los operadores es la única manera para que una industria lechera pueda atraer y retener buenos trabajadores. En un negocio donde ordeñar vacas es difícil y la disponibilidad de recursos humanos es limitada, tenemos que ofrecer las herramientas necesarias para crear un entorno con reglas, reglamentos, educación, capacitación y el compromiso social y cultural que mejore la comunicación entre el empleador y los trabajadores.