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Alimentar al mundo con un salmón sostenible

Alimentar al mundo con un salmón sostenible

Más de la mitad de todo el pescado que la gente consume proviene de la acuicultura (el cultivo de las especies acuáticas). La acuicultura moderna –que comenzó con la salmonicultura hace unas 5 décadas– se ha convertido en el sector de la industria alimentaria de más rápido crecimiento en el mundo. En comparación con otros sectores agropecuarios, la acuicultura es relativamente nueva. Pero ya está teniendo un papel importante en el suministro de una fuente de proteína saludable y nutritiva para miles de millones de personas de todo el planeta.

En medio de este rápido crecimiento, el sector acuícola ha estado dando pasos importantes para mitigar su impacto ambiental. Los avances en ciencia y tecnología, junto con la adopción de nuevas prácticas de manejo, están impulsando a esta industria hacia un futuro más sostenible.

El impacto positivo del cultivo de peces sobre la seguridad alimentaria y la nutrición humana

Ubicado en la frontera suroeste de los Países Bajos, el centro de investigación de Alltech Coppens está trabajando para hacer que la acuicultura sostenible sea viable y medible. Ben Lamberigts dirige los equipos de calidad, investigación y nutrición de esta compañía global dedicada a la elaboración de alimento balanceado para peces.

“Si nos fijamos en todos los parámetros que podemos medir en la acuicultura: como la conversión alimenticia, el aprovechamiento de las materias primas o el uso eficiente del agua; entonces podemos ver que en el futuro este sector será el principal sistema de producción que proporcionará proteína al mundo cuando seamos 10 mil millones de personas”, señala Lamberigts.

“Es posible mantenerse sano siendo vegetariano, sin embargo, para ello se necesita un determinado tipo de alimentación que es muy variado y que no es posible aplicarlo en todos los países”, continúa Lamberigts. “La proteína que queremos ofrecer para la nutrición de las personas, a través de la producción animal (en la que se incluye la acuicultura), es especialmente para una dieta saludable y rica en proteínas”.

Además de ofrecer una fuente de proteínas esenciales, los peces cumplen una función importante al proporcionar los ácidos grasos que las personas necesitan (como los omega-3 EPA y DHA). Estos ácidos grasos apoyan la función cerebral y reducen el riesgo de enfermedades del corazón.

“Claro que las personas pueden comer algas. Pero los peces y los crustáceos (como los camarones, los cangrejos o las langostas) son las fuentes más comunes de las que los humanos pueden obtener estos ácidos grasos”, explica Lamberigts.

Para proporcionar a las personas un alimento con un óptimo valor nutricional, los peces necesitan obtener de sus dietas un nivel suficiente de proteínas y grasas. La formulación de los alimentos balanceados para la acuicultura tiene en cuenta la nutrición, la sostenibilidad y los factores de costo.

La demanda por alimentos balanceados sostenibles para los peces

Como sucede con la mayoría de los sectores de la producción de proteína animal, el alimento balanceado para los peces representa el mayor costo para los piscicultores y, al mismo tiempo, cumple una función importante en la salud animal, la nutrición humana y la sostenibilidad ambiental.

Tradicionalmente en la acuicultura, la harina y el aceite de pescado (elaborados a partir de la captura de peces silvestres) eran las principales fuentes de proteínas y grasas para las dietas de los peces. Sin embargo, estas materias primas en este sector no serán suficientes para que los productores de alimento balanceado puedan satisfacer la demanda en 2050 –si la formulación actual de las raciones permanece igual–.

En los últimos 15 años, los especialistas en la nutrición de peces han reducido con éxito las proporciones de harina y aceite de pescado en las formulaciones del alimento balanceado, al utilizar principalmente otras fuentes de proteínas y grasas –como los subproductos de los animales terrestres (hemoglobina, harina de sangre, harina de ave) y las plantas–. Esto es posible ya que los peces necesitan los nutrientes de las materias primas, no las materias primas en sí.

En la siguiente imagen podemos observar la degradación de una dieta acuícola formulada por Alltech Coppens, que reduce significativamente las proporciones de los recursos marinos:

“Es posible alcanzar la neutralidad de carbono con una determinada dieta acuícola. Pero ese camino comienza cuando sabemos lo que podemos medir en términos de sostenibilidad de acuerdo con las materias primas que utilizamos”, comenta Philip Lyons, el director global de investigación acuícola de Alltech Coppens.

Una piscicultura sostenible impulsada por la investigación y el desarrollo tecnológico

Se ha demostrado que la medición de la sostenibilidad y la optimización de la eficiencia alimenticia son factibles a través de:

  1. Asegurar la eficiencia alimenticia a través de una formulación precisa

La selección de las materias primas que sean beneficiosas para los animales y el medio ambiente parte por conocer la digestibilidad de los diferentes ingredientes del alimento balanceado en las distintas especies de peces.

Todas las dietas para los animales contienen una determinada cantidad de energía; la cual se obtiene principalmente de las proteínas, las grasas y los carbohidratos. Hay que tener en cuenta que en la formulación de las raciones esta energía de los alimentos va a influir generalmente sobre el crecimiento de los animales. Sin embargo, en la realidad parte de esta energía no es digerida y, por tanto, no estará disponible para los peces. Por otro lado, lo que el animal puede digerir es conocido como energía digestible, pero una porción de esta se pierde como resultado del metabolismo. Mientras que la energía restante que es utilizada para el mantenimiento y el crecimiento de los peces se denomina energía neta.

“Actualmente, las dietas acuícolas son formuladas considerando generalmente la energía digestible”, dice Lyons. “Se asume que los macronutrientes presentes en las raciones (como las proteínas, las grasas y los carbohidratos) son todos utilizados de la misma manera. Pero se debe considerar también la energía neta, ya que está demostrado que varían las eficiencias en la utilización de esas proteínas, grasas y carbohidratos para el crecimiento”.

Alltech Coppens ha estudiado el crecimiento de diferentes especies de peces para personalizar la formulación de su alimento balanceado; en función de la energía neta que estará disponible para los animales después de digerir las raciones. Esto hace posible una formulación más precisa, lo que es importante ya que permite una mayor flexibilidad a la hora de seleccionar las materias primas para las dietas; a la par que asegura una producción eficiente para el piscicultor. Al conocer el contenido de energía neta del alimento balanceado, los productores pueden pronosticar el comportamiento productivo que obtendrán con esa dieta y reducir la pérdida de nutrientes.

Es muy importante la eficiencia alimenticia en el cultivo de peces en jaulas en mar abierto, porque si los animales no digieren bien el alimento balanceado, entonces los nutrientes serán excretados al medio ambiente. Ese excedente de nutrientes no aprovechado puede provocar una proliferación de algas en las aguas; lo que puede agotar el oxígeno y ahogar a los peces. En otras palabras, lo que los peces no digieren correctamente pueden terminar matándolos.

“En lo que respecta a la sostenibilidad es fundamental la precisión en la formulación de las raciones para reducir esa pérdida de nutrientes que contamina el medio ambiente”, destaca Lyons. “Eso no solo va a perjudicar el sistema de producción (en este caso en mar abierto), sino también va a tener un impacto negativo sobre el entorno donde se lleva a cabo el cultivo. Esa es la razón por la que realmente importa medir estos factores con exactitud. Por ello, es clave que podamos ser lo más eficientes posible a través de las tecnologías alimentarias que estamos desarrollando en Alltech Coppens”.

  1. Medir todos los factores de sostenibilidad del alimento balanceado

Alltech Coppens ha reducido con éxito su ratio “pescado requerido: pescado obtenido” (conocido como FIFO, por sus siglas en inglés) a uno más óptimo que el estándar global de la industria. El FIFO mide la cantidad de pescado silvestre requerido en el alimento balanceado para producir 1 kilogramo de pescado cultivado. El estándar del sector acuícola es 0.27 (lo que significa que se necesitan 270 gramos de pescado silvestre para producir 1 kilogramo de pescado cultivado). Las dietas de Alltech Coppens solo emplean 100 gramos de pescado silvestre para obtener lo mismo. Además, las materias primas de origen marino que utiliza Alltech Coppens provienen de recortes certificados (un subproducto de los pescados silvestres que no es consumido por las personas y que a menudo es desechado, pero que aún contiene una valiosa nutrición).

La compañía líder en nutrición acuícola a nivel global ha continuado avanzando luego de este logro. Actualmente, Alltech Coppens mide la sostenibilidad de una manera más amplia.

“La sostenibilidad implica que podamos cuantificar todos los factores medibles relacionados con el impacto que nuestra industria tiene sobre el planeta”, indica Lamberigts.

Lamberigts explica que medir la sostenibilidad comprende dos aspectos: el primero está relacionado con las materias primas de las raciones que se adquieren y lo que se hace con ellas (esto incluye la elaboración de las dietas, el transporte del alimento balanceado a los clientes y llevar a cabo investigaciones). El especialista de Alltech Coppens calcula que, en este primer aspecto, las materias primas representan el 85% del impacto ambiental.

En concordancia con su compromiso con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14 de las Naciones Unidas –Vida Submarina– y, para reducir su dependencia de los ingredientes de origen marino, Alltech Coppens ha desarrollado un índice de puntuación de sostenibilidad para sus dietas. Este sistema de puntuación se determina a través de un análisis de ciclo de vida (ACV). Este ACV comprende todas las fases necesarias para producir y utilizar un producto: desde el desarrollo inicial hasta el tratamiento de los residuos.

“Creemos que la sostenibilidad va más allá de abordar las huellas de carbono”, señala Maud Valkenaars, investigadora en nutrición de Alltech Coppens. “Debemos considerar el uso de la tierra, el uso del agua, la acidificación y la toxicidad en la salud humana (sus efectos) al momento de puntuar las dietas acuícolas”.

Al medir las métricas de sostenibilidad del alimento balanceado para peces, Alltech Coppens puede mostrar los datos que detallan qué tan sostenible es cada materia prima y formular raciones basándose en su puntaje de sostenibilidad. De esta manera, los piscicultores pueden elegir qué dieta quieren utilizar al conocer con precisión qué tan sostenible es y cómo va a impactar sobre la salud de los animales y la de los consumidores.

La salmonicultura sostenible reflejada en las aguas de Chile

La Patagonia chilena es un lugar impresionantemente hermoso con altos picos montañosos, una gran cantidad de glaciares, aguas cristalinas y una gran diversidad de vida silvestre. En los últimos 35 años, este lugar se ha convertido en un centro para el cultivo del salmón, manteniendo una tasa de crecimiento de 5 a 6% cada año durante la última década. En la actualidad, Chile es el segundo mayor productor de salmones en el mundo.

A Arturo Clément se le atribuye impulsar la salmonicultura en Chile, y en la actualidad se desempeña como presidente de SalmonChile (una asociación de la industria nacional creada para abordar los desafíos que enfrenta el cultivo del salmón en dicho país). Clément explica que parte del rápido crecimiento del sector salmonero chileno no se debe a producir más peces, sino a mejorar los indicadores de producción –los cuales se han optimizado por una mejor regulación, procesos innovadores y prácticas sostenibles–. La sostenibilidad para Clément es clave.

“Necesitamos trabajar mucho más en la sostenibilidad”, señala Clément. “Ese es el principal objetivo de esta industria”.

Veintitrés empresas del grupo SalmonChile firmaron un acuerdo de producción limpia para medir su huella de carbono, hídrica y energética; así como para mitigar sus emisiones de gases de efecto invernadero. Su objetivo común es ser carbono neutrales para el año 2030.

Entre estas compañías se encuentra Ventisqueros. Esta empresa chilena produce 50 000 toneladas de salmón al año. Sus procesos proporcionan datos sobre sus prácticas de manejo que están creando una salmonicultura más sostenible.

Etapa 1: Un ambiente para la incubación

  • Uso sostenible del suelo: En un ambiente del tamaño de un amplio ropero se almacenan 2 millones de ovas de salmón (que parecen pequeñas bolas de color naranja). Cuando estas ovas eclosionan, los alevines se mantienen en agua dulce y van a nadar a estanques pequeños durante tres meses. Posteriormente, son llevados a estanques más grandes hasta terminar su proceso de smoltificación.
  • Uso sostenible del agua: El agua que se utiliza en esos tanques proviene directamente de un glaciar –el mismo glaciar que creó el impresionante paisaje de Chile hace millones de años–.

Etapa 2: El traslado al océano

  • Una alimentación sostenible: Luego de un año, cerca de un millón de peces son trasladados desde los tanques terrestres hasta las jaulas de cultivo instaladas en mar abierto en el océano. Para reducir el impacto de los desechos de las dietas sobre el fondo marino, todos los peces son monitoreados a través de cámaras sumergibles desde una central de alimentación ubicada a 200 kilómetros de distancia. Este sistema utiliza la inteligencia artificial para prever cuándo los animales ya no tienen hambre, para así dejar de alimentarlos. Esto reduce la pérdida de este insumo y evita la contaminación del mar.
  • Una dieta sostenible: Ventisqueros cuenta con un producto de salmón sostenible llamado Silverside™, el cual es alimentado con una dieta que contiene principalmente algas y solo una pequeña cantidad de proteína animal. Generalmente, los salmones se alimentan de peces pequeños que comen zooplancton, y estos últimos son consumidores de las algas que se encuentran en los océanos. Estas algas proporcionan una valiosa fuente de omega-3 para los animales que las consumen. Al alimentar con estas algas directamente a sus salmones, Ventisqueros reduce el volumen de estos pequeños peces extraídos del océano, a la vez que mantiene una dieta rica en omega-3 para sus peces cultivados. Esto le permite ofrecer un alimento saludable a las personas y disminuir la dependencia de insumos marinos.

Etapa 3: De la granja a la mesa

10 meses después de estar en el océano, los peces son trasladados a la planta de procesos de Ventisqueros. Solo toma 15 minutos filetear los salmones desde que llegan. Lo que sucede luego es aún más impresionante:

  • Cero residuos: Todo el salmón es utilizado, incluso los recortes. Las partes que no se comen se utilizan como materias primas para el alimento balanceado de otros peces, aceite de pescado, alimentos para mascotas o cápsulas de omega-3.
  • Embalaje sostenible: Los materiales que utiliza Ventisqueros son 100% reciclables y biodegradables.

“El objetivo es que a finales de 2026 podamos reducir al 0% nuestros envíos de desechos a los vertederos”, comenta Igor Stack, gerente técnico de Ventisqueros; quien se siente orgulloso del trabajo que realiza en la empresa (en la que puede contribuir no solo con la producción de salmones, sino también con el planeta).

El futuro del salmón  

La demanda mundial de pescado –una fuente esencial de proteínas y ácidos grasos saludables para los humanos– seguirá creciendo. También lo harán las exigencias de una producción pesquera sostenible. Desde la formulación del alimento balanceado hasta el cultivo o la producción de alimentos, la industria acuícola ha logrado grandes avances en todas las áreas para beneficiar a los animales, la salud humana y el entorno ambiental.

Los especialistas en nutrición están formulando dietas acuícolas para optimizar la eficiencia alimenticia, reducir la dependencia de los insumos marinos, proteger los océanos de los desechos del alimento balanceado, y asegurar un alto nivel nutricional para la salud humana. Los piscicultores están utilizando tecnologías avanzadas –como la inteligencia artificial– para monitorear la alimentación en las jaulas marinas (para así evitar la contaminación del fondo marino); mientras aprovechan todas las partes de los peces y los embalan de manera sostenible. Las empresas están cuantificando las métricas de sostenibilidad y están trabajando en conjunto para ser más sostenibles.

“Debemos tener en cuenta que la acuicultura es todavía una industria relativamente joven, y eso es lo que la hace fascinante”, dice Lyons. “Estamos siempre frente a nuevas tecnologías y nuevos descubrimientos. Y creo que apenas hemos visto la punta del iceberg de este sector y el potencial que tiene dentro del sistema de producción de alimentos”.

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