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Superar el estrés atmosférico e impulsar la productividad de los cultivos

Superar el estrés atmosférico e impulsar la productividad de los cultivos

Entre todos los componentes que afectan a la producción de los cultivos, el medio ambiente es el factor que más influye, tanto positiva como negativamente. Preparar a las plantas para que respondan mejor a las presiones ambientales les permite canalizar los recursos disponibles para optimizar el crecimiento, mejorar la productividad e incrementar el rendimiento general.

Los factores climáticos que más influyen sobre la fisiología de las plantas son la temperatura y la lluvia, y le siguen en importancia la luz solar, la humedad relativa y el viento.

Los mismos factores meteorológicos que favorecen el crecimiento de los cultivos pueden, a su vez, resultar perjudiciales en exceso, causando daños y pérdidas. Estos afectan a la capacidad de la planta para expresar su potencial genético, dificultando la productividad y el rendimiento general del cultivo.

La biotecnología es una herramienta para combatir los impactos adversos causados por el estrés abiótico.

¿Qué es el estrés abiótico?

Es una forma de estrés en la planta causado por condiciones no biológicas, es decir, cambios o condiciones ambientales extremas. Estas variaciones climáticas desestabilizan el ambiente de los cultivos y generan tensiones que afectan la productividad de las plantas, principalmente durante períodos sensibles como la floración y el cuaje.

El 90% de la tierra cultivable en todo el mundo se ve afectada por alguna forma de estrés abiótico.

Los factores de estrés abióticos más comunes son:

  • Inundaciones, lluvias excesivas y granizo.
  • Sequía
  • Temperaturas extremas (calor o heladas)
  • Viento
  • Salinidad del suelo resultante del agotamiento y la erosión de los minerales
  • Desastres naturales, como incendios forestales

Altas temperaturas y sequía

Las constantes variaciones de temperature que se producen a lo largo del día, las sucesivas olas de calor, la reducción de las precipitaciones y, en consecuencia, la menor cantidad de agua disponible pueden dañar la productividad de los cultivos.

El impacto de la sequía y el calor extremo puede manifestarse en el sistema radicular, limitando el crecimiento y reduciendo la capacidad de la planta para absorber los nutrientes. Y como resultado plantas más pequeñas y menos uniformes.

Las primeras etapas del cultivo están fuertemente influenciadas por estos factores ambientales, que pueden retrasar y disminuir la emergencia de los cultivos, comprometiendo así la productividad total desde el principio.

Los productores pueden intentar compensar las posibles pérdidas de productividad mediante prácticas agrícolas como la rotación de cultivos en función de la disponibilidad de agua o el ajuste de las fechas de siembra a las condiciones climáticas o de temperatura y precipitaciones. Sin embargo, estas prácticas no siempre son suficientes o incluso posibles.

Frío y lluvia extremas

La lluvia y el frío garantizan una adecuada humedad del suelo en preparación para la siguiente temporada. Sin embargo, como el cambio climático afecta a los ciclos y condiciones agrícolas, los agricultores se enfrentan a menudo a suelos fríos en el momento de la siembra, lo que hace que las plantas empleen más tiempo y energía para establecerse.

Las lesiones causadas por estos factores de estrés pueden retrasar el establecimiento y desarrollo de los cultivos o incluso provocar la pérdida total de hectáreas de cultivos.

Las reacciones de estrés pueden ir desde hojas ligeramente quemadas hasta la muerte del tejido vegetal, tanto por debajo como por encima del suelo. Esto hace que la planta sufra un largo periodo de estrés abiótico y reduce el crecimiento inicial, con el consiguiente impacto en el tamaño y el potencial de rendimiento.

Cómo ayudar a las plantas

Es esencial mantener nutrido tanto al suelo como a la planta. Fomentar una estructura equilibrada, promoviendo el desarrollo radicular y estimulando el microbioma del suelo.

Proporcionando una nutrición adecuada a lo largo de todo el ciclo del cultivo, facilitaremos el desarrollo y el crecimiento de las plantas, a la vez que reforzaremos sus defensas naturales, mejorando su respuesta ante cualquier situación de estrés atmosférico.

  • Los análisis del suelo permiten diseñar estrategias para mejorar la actividad microbiana del suelo y la disponibilidad de nutrientes.
  • El aumento del contenido de materia orgánica mejora las propiedades físicas del suelo como la aireación, permeabilidad y compactación, favoreciendo el desarrollo radicular. Además incrementa la disponibilidad y absorción de los nutrientes, activando la flora microbiana del suelo y favoreciendo el desarrollo óptimo de la planta.
  • Una planta fortificada tiene una mayor capacidad para soportar vientos más fuertes y puede recuperarse más eficazmente de los daños causados por las heladas o el granizo.

La Biotecnología

Los biofertilizantes mejoran la microbiología del suelo y promueven un sistema radicular bien estructurado, ayudando a las plantas a soportar y superar mejor esas situaciones de estrés.

Por otro lado, los bioestimulantes pueden actuar en la fisiología de las plantas como moléculas de señalización para mejorar su crecimiento, el cuajado, el engorde y el calibre de los frutos o los granos, y aumentar su capacidad para hacer frente a uno de los retos agrícolas más importantes: el estrés abiótico, como la sequía y la salinidad.

Las soluciones biotecnológicas son una alternativa ambientalmente sostenible en respuesta a la creciente presión y demanda de fertilizantes menos agresivos y a la restricción de los fertilizantes químicos.

Estas tecnologías permiten explorar una nueva frontera al potenciar la capacidad natural de las plantas para generar respuestas bioquímicas a los factores de estrés abiótico.

El creciente uso global de biosoluciones también puede ayudar a restaurar los suelos y acuíferos contaminados o afectados químicamente, reduciendo la aplicación de pesticidas y mejorando el uso eficiente de nutrientes como el nitrógeno.

Fruto de la investigación continua en nutrigenómica y fermentación microbiana, las biosoluciones de Alltech Crop Science proporcionan a los agricultores formas más naturales de gestionar los cultivos, fortaleciendo las plantas y haciéndolas menos susceptibles a los daños causados por el estrés ambiental. Alltech aporta soluciones testadas en el mercado que refuerzan la salud del suelo y de las plantas con el consiguiente aumento de la productividad, promoviendo así la sostenibilidad, la rentabilidad y el valor añadido a lo largo de toda la cadena de producción de alimentos.

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