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6 consejos para que duren más los suministros de fuentes vegetales de proteína y se reduzcan los costes de alimentación

Todos sabemos que 2020 fue una montaña rusa para los mercados de materias primas,  y como hemos podido apreciar en las anteriores semanas, el 2021 parece estar siguiendo un camino parecido. Los mercados de granos registraron fuertes subidas al final del año pasado, y por causa de la escasa disponibilidad de suministros a nivel mundial, los precios continúan disparándose. Esto sucede, como telón de fondo, en un macroambiente marcado por el debilitamiento del dólar americano y la reactivación por China de sus importaciones de soja. Sin olvidarse de estos factores, cabe preguntarse: ¿cómo afrontamos los desafíos siendo sostenibles, financiera y ecológicamente, mientras optimizamos el rendimiento de la producción ganadera?

Superando el desafío de la proteína

Para mantener la rentabilidad, los productores de leche y de carne de vacuno necesitan examinar su gestión de los ingredientes para la alimentación de sus animales y de sus aplicaciones nutricionales. Utilizando un forraje de buena calidad, manteniendo la salud ruminal y usando formulaciones diseñadas específicamente para las raciones, los productores pueden frenar las pérdidas y dirigir sus operaciones más eficientemente, de esta manera, se consiguen potenciales ahorros en los costes. Esta agilidad organizativa es de suma importancia para superar el desafío de la proteína.

La calidad de los forrajes

Con la subida continua de los precios del maíz y de la soja, los productores deberían sacar el máximo beneficio de raciones más baratas, con un alto contenido en fibra, procedente especialmente de los forrajes. Planifique para elaborar un forraje de la mayor calidad posible, puesto que éste es un componente esencial de la digestión en las dietas de los rumiantes. El forraje es el ingrediente más variable de la ración en términos de digestibilidad y de composición de nutrientes, y representa la mayor proporción en la ración sobre otras materias primas. El forraje de alta calidad es más digestible, por lo que podrá incluirlo en mayores cantidades en el alimento. La salud ruminal y la productividad mejorarán con el uso de forrajes de alta calidad, y por tanto, los forrajes pueden influir en la eficiencia alimentaria del ganado vacuno de leche y en el de carne, conservando un ambiente conveniente en el rumen.

Mantener la salud del rumen

Existen varios elementos en juego, que aumentan la eficiencia alimentaria en los rumiantes, pero uno de los más importantes es usar el rumen a su máximo potencial, para mantener la actividad y el crecimiento de la microflora ruminal. Esto permite que los nutrientes de la dieta sean extraídos de la misma, tan eficientemente como sea posible. Los nutrientes proporcionados a la microflora ruminal deben de estar bien equilibrados en términos de su energía fermentable y de su aportación de proteínas. La nutrición con proteína degradable debe estar específicamente adaptada para maximizar la actividad y el crecimiento de la población microbiana en el rumen, ya que diferentes poblaciones tienen diferentes requerimientos en función de cómo se suministre el nitrógeno.

Energía desperdiciada significa pérdida de beneficios

Durante años, los nutricionistas han sobrealimentado con proteína bruta, para cumplir con los requerimientos de aminoácidos,  para obtener el rendimiento de leche o las ganancias diarias de peso en vivo deseados. Junto con un importante aumento en los costes de los insumos, esto produce también una deficiente conversión del nitrógeno, y posteriormente, una mayor cantidad de nitrógeno excretado, lo que es perjudicial para el medio ambiente y para los beneficios del productor. La vaca de leche en sí padece una pobre eficiencia de conversión del nitrógeno, ya que el exceso de nitrógeno se convierte en amoniaco y después en urea, que es parcialmente reciclada, pero en su amplia mayoría excretada. En definitiva, existe una pérdida de energía asociada a este proceso de detoxificación del amoniaco en urea. Este coste de energía tiene lugar a expensas de la productividad y de las funciones biológicas. La energía requerida para excretar el exceso de nitrógeno en una vaca lechera es equivalente a 2 kg de leche y puede desembocar en:

   - Pérdida de condición corporal.

   - Aumento de los niveles de urea en la sangre y en la leche.

   - Problemas en el rendimiento reproductivo.

Menos proteína no tiene por qué significar menor rendimiento

Con las restricciones en el abastecimiento mundial de proteínas, los productores podrían enfrentarse a una escasez en el presente año y tendrían que estirar lo más posible sus existencias actuales de alimentos proteicos. Pero ¿qué ocurriría si alimentamos con dietas bajas en proteína? ¿Se mantendría el mismo rendimiento? La posibilidad de aumentar la eficiencia de conversión del nitrógeno usando Optigen®, un producto de nitrógeno no proteico de tecnología Alltech®, permite manejar correctamente la alimentación proteica de la granja y regular los stocks de ingredientes vegetales proteicos.

El nitrógeno de Optigen® es capturado con mayor eficiencia por las bacterias ruminales y transformado en biomasa microbiana adicional, de manera que ¿por qué no podría reducirse el suministro de nitrógeno total en la dieta? Los investigadores de la Penn State University1 han estudiado la formulación de la ración del ganado vacuno de leche, disminuyendo la cantidad de proteína bruta de 16,5% a 15,5% y aumentando la cantidad de forraje en la dieta de las vacas mediante la introducción de Optigen.

En este estudio, Optigen® reemplazó parcialmente a la harina de soja y a la harina de canola (colza), tratadas térmicamente. Esto dio como resultado:

   - Una mejor eficiencia del nitrógeno (de 28,8% a 30,8%, respectivamente, en el grupo control y en el grupo de Optigen®).

   - Una mayor producción de leche en el grupo de Optigen® (41,6 comparado con 40,5 kg/día).

Esto tuvo como resultado un aumento de los ingresos por reducción del coste de alimentación de 0,16 $/vaca/día (al cambio actual, 0,14 €/vaca/día).

En resumen, existen maneras de reducir los costes de alimentación y mantener la rentabilidad de su empresa de vacuno de leche o de vacuno de carne, no sólo durante las actuales dificultades para las proteínas sino también más allá. Aquí encontrará seis consejos que le ayudarán:

1. Los precios y la demanda de proteína al alza nos indican que se debería prestar más atención a la composición nutricional de las existencias de proteína vegetal, que podrían variar en sus envíos y en su punto de origen y como resultado, podrían poner en riesgo el rendimiento del animal.

2. Saque el mayor partido de los ingredientes más baratos y de alto contenido en fibra, especialmente de los forrajes, pero asegurándose que estos forrajes sean de alta calidad.

3. Proteja el rumen y compruebe que está rindiendo a su máximo potencial. Facilitará la extracción de los nutrientes de la dieta, tan eficientemente como sea posible.

4. Contemple alimentar con dietas equilibradas, bajas en proteína, para que duren más los suministros de ingredientes proteicos, que podría ser necesario en caso de escasez de los mismos.

5. Incluya Optigen® en sus raciones para el ganado vacuno de leche y el de carne, como una solución nutricional para disminuir la proteína de la dieta, mientras aumenta la eficiencia. La sustitución parcial de fuentes de proteína vegetal por Optigen®, fuente de nitrógeno concentrado, también crea más espacio en la dieta para incluir forrajes más baratos.

6. Aproveche esta oportunidad para evaluar si las materias primas que usted utiliza son medioambientalmente sostenibles.

 

Póngase en contacto con nosotros hoy mismo y conozca más acerca de cómo superar los desafíos de la alimentación proteica y sostener la rentabilidad de su empresa de leche o de carne.

 

References:
1. Varga et al. (2009). Effects of Optigen® on milk production, N balance and diet cost in high producing cows. Unpublished, Department of Dairy and Animal Science, The Pennsylvania State University, University Park, PA, USA.

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