Análisis biológico del suelo: Una herramienta sencilla para evaluar la salud del suelo en la explotación agrícola

El director de ventas de Alltech Crop Science, Ney Ibrahim, fue el encargado de presentar a su colega Fernando Andreote quien coordinó el programa de posgrado en suelos y nutrición vegetal de la ESALQ/USP en el Estado de Sao Paulo, Brasil. Es miembro de la Academia Brasileña de Ciencias y tiene más de 100 artículos científicos en microbiología del suelo. Ibrahim presentó a Andreote como una de las personas que estudia el comportamiento de los microorganismos del suelo. El resultado es el uso de nuevos productos biológicos que están dando muy buenos resultados en Brasil.

Fernando Andreote, profesor de la Universidad de São Paulo, subraya lo importante que es el estudio de la biología del suelo, un concepto ligado a la calidad del suelo o salud del suelo. Andreote elige “calidad del suelo” para hablar de las condiciones que debe tener el terreno para el desarrollo de las plantas. El suelo no debe ser agente estresor para las plantas, al revés, debe permitir el crecimiento de estas sin problemas.

La biología del suelo

Existen tres tipos de calidad del suelo:

• La calidad química para conocer la necesidad de fertilizantes y nutrientes que debe tener.
• La calidad física para el buen crecimiento radicular de la planta.
• La calidad biológica, que es la tratada por Andreote y para él la más valiosa, pues permite interaccionar las otras calidades del suelo con las plantas.

En tal caso, la biología del suelo no solo habla de elementos como hongos o bacterias. La biología del suelo es un todo donde cada elemento forma parte de la cadena de interrelaciones entre todo tipo de organismos. Esto crea un ecosistema microbiano (microbioma) relacionado con las funciones del suelo.

El microbioma puede incluir unos cien kilos de biomasa repartidos en una hectárea de superficie, donde millones de células y miles de especies interactúan basándonos en diferentes acciones que enriquecen el suelo y las plantas. Este es un sistema muy complejo que necesitamos comprender para la agricultura.

Una buena calidad biológica del suelo permite una mejor nutrición al cultivo. Aun así, en los terrenos agrarios es difícil mantener la calidad biológica del suelo, debido a los cambios que se producen en ellos. Esto es más acusado en regiones tropicales, donde se hacen modificaciones muy pronunciadas según el tipo de suelo, y esto no es precisamente bueno para la formación del terreno.

Fernando Andreote muestra en una diapositiva el funcionamiento de un suelo “normal” frente a un suelo con monocultivo, algo extraño para el microbioma. A esto se incorpora el uso de pesticidas que interfieren en el pH del suelo, desequilibrando las funciones del suelo. Al final, el microbioma se adapta a la nueva situación con nuevas estructuras y diferentes funcionamientos al de un suelo sin tratar.

Prácticas agrarias

Andreote señala que la pérdida de actividad biológica en el suelo se debe a tres factores:

• Falta de medición de nutrientes.
• Agotamiento de la rizosfera.
• Pérdida de estructura agregada (unión de limo, arcilla y arena).

Estos tres puntos traen resultados negativos y para evitarlo se estudian una serie de fenotipos descritos por los agricultores.

Perder actividad biológica en el suelo estresa al cultivo, pues se ha perdido el suministro nutricional del microbioma. Reequilibrarlo se vuelve necesario para poder recuperar el rendimiento del suelo, ahí entra el abonado químico como solución más práctica. Para la recuperación se pueden inocular microbios beneficiosos para el suelo y las plantas, algo que ya se está extendiendo en los mercados.

Mediciones microbiológicas

Andreote ofrece un esquema en el que, desde abajo hacia arriba, se observa como la mejora microbiológica redunda en la absorción de nutrientes. Esto reduce ataques a las raíces de la planta potenciando su salud. Los pesticidas sintéticos degradan el terreno. Su reducción o eliminación permitirá a la planta enraizar mejor, aumentando su calidad y cantidad en la producción.

Sin embargo, la necesidad de mejorar más allá de los resultados obtenidos obliga a un estudio pormenorizado del suelo en el laboratorio. Los cultivos de laboratorio son el método más tradicional para hallar hongos u otros patógenos. Pueden dar información sobre temas puntuales como afecciones microbianas o un estudio más específico. Otro método es el análisis independiente del cultivo. Este puede ser muy simple a muy complejo, aunque no es un método muy extendido.

Enzimas

Los microbios producen enzimas y algunas, como las hidrolasas, están relacionadas con la degradación de materia orgánica. La degradación crea nutrientes que absorben los microbios para producir energía y crear biomasa. No es que microbios y enzimas hagan crecer las plantas, sino que la cadena de factores dentro de la biomasa permite el crecimiento. Aparte de las hidrolasas, otras bacterias que intervienen en los procesos de crecimiento son las sulfatasas o las celulasas.

En Brasil, el Grupo de Embrapa demostró los beneficios de la correlación entre enzimas con otros elementos para el suelo. En una diapositiva, Andreote demostró que los suelos, aun teniendo componentes en común, pueden diferir en cuanto a producción. El análisis biológico permite detectar el problema en la composición del bioma.

Un microbioma rico permite una producción mayor, es decir, una mayor actividad de las diferentes enzimas que aceleran la relación en cadena de los componentes del suelo. El uso de estos biomarcadores, más accesibles de interpretar y más baratos para los agricultores, darán más pistas sobre cómo afrontar la mejora en el rendimiento agrario y la producción.

Al final, Andreote deja dos conclusiones:

• La microbiología es importante para la calidad del suelo.
• La necesidad de usar herramientas más prácticas y fiables para monitorear la biología del suelo.

Para cualquier otra consulta relacionada con la salud del suelo, ponte en contacto con nuestro comité de expertos de Planet of Plenty.